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Reseña sobre un estudio de élites gubernamentales españolas de Andrés Villena
La Revista Española de Ciencia Política (RECP) acoge una reseña sobre una reciente obra publicada por Andrés Villena sobre las élites ministeriales de los ejecutivos del PSOE y PP en los últimos años. Esta monografía editada por Comares estudia distintos aspectos como los perfiles de procedencia de los ministros, los grupos de interés que están representados en sus carteras y la capacidad para actuar como un actor colectivo con su propio espíritu de cuerpo y capacidad para la coordinación. De esta forma, el autor muestra los resultados más brillantes de su tesis doctoral, siendo este libro una obra fundamental para los expertos en élites políticas en España.
La forma de gobierno es, y sigue siendo, una pregunta básica en la ciencia política. Tradicionalmente, los manuales de la disciplina han respondido a través de la clásica división entre parlamentarismo, presidencialismo y semipresidencialismo. Por su parte, la contribución institucionalista se centra en los cauces a través de los cuales discurre la organización de los poderes públicos dentro de un marco normativo. ¿Cómo se desarrolla la labor de gobierno de un Estado en su dimensión más empírica y en la realidad efectiva? ¿Cuáles son los criterios de los gabinetes ministeriales en su proceso de toma de decisiones? ¿Qué intereses están representados en los Ejecutivos de la España actual en el contexto de una crisis económica y un mundo globalizado? Estas son las cuestiones que plantea y a las que intenta responder la reciente monografía ¿Cómo se gobierna España?, donde su autor, Andrés Villena, estudia los ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Para más información se puede leer en el siguiente enlace: https://recyt.fecyt.es/index.php/recp/article/view/58934/pdf_109.
Sorpassicidio
El “sorpasso” fue el emblema de Podemos hace dos años. La ventana de oportunidad abierta desde las elecciones de 2015 hasta la repetición de 2016, pasando por la negativa de Iglesias de investir a Pedro Sánchez ha sido su defenestración. Definitiva y contundente el camino que ha seguido el partido morado desde su nacimiento hace ya cuatro años permite trazar su horizonte en el medio plazo. Y es que, el único “sorpasso” que los podemitas han conseguido es el que se han hecho a sí mismos.
Iglesias parecía aire fresco. Se presentaba como una brisa cálida en el apagado sótano del bipartidismo PP-PSOE. Con una agenda populista llena de promesas en la ampliación de derechos y en la lucha por los más desfavorecidos prometía un brillante mañana. La felicidad, la alegría, el amor. Como tantos sentimientos gustan de expresar a los padres de la madre patria.
Podemos fue abandonando la atención en la agenda de los que sufrían la crisis. Tomó la escopeta de matar fachas, sacó la motosierra de podar esperanzas y pertrechado de Alcampo subió al monte. Mostró su nefasto fracaso para descalabrar al PSOE, ejecutó políticamente a Errejón repitiendo el fastuo destino de Trotsky y ha defendido el nacionalismo catalán como despropósito constitucionalista. Las recientes elecciones en Cataluña ya anteceden el éxito que Podemos ha cosechado con esta arriesgada jugada. Y ahora, sólo cabe plantear el sorpasso que se harán a sí mismo en futuros comicios.
Dinamitar para perseverar
“Muchísimo cuidado con quién pacta el PSOE, que los que han fusilado nacionalistas en la historia de este país, nos han fusilado a los progresistas también”. Éstas son las declaraciones de Ramón Espinar refiriéndose a la nueva frontera que traza Podemos. El procés se ha convertido en una oportunidad para la redefinición de quiénes son. Y la patria de Laclau se identifica en oposición a terceros. De un lado, los “demócratas republicanos” junto a sus aliados los nacionalistas catalanes y de otro lado, los “monárquicos tiránicos” del PP, PSOE y C’s.
El secesionismo catalán significa la repesca para Podemos. En la secuencia temporal, Iglesias intentó que su partido suplantara el espacio electoral del PSOE con el consabido “sorpasso”. Fracasó. Luego las voces más conciliadoras de Podemos intentaron plantear una confluencia con PSOE y Ciudadanos para oponerse al PP. Fracasó seguido de la decapitación política de Errejón. Finalmente, un discurso rupturista como el de PdeCat, ERC y CUP que personifica la continuación del franquismo en la democracia llamada “régimen del 78” supone el tercer lance para ganar una victoria. De ahí que la victoria en la independencia de Cataluña sea la posibilidad de cuestionar la democracia.
No se puede culpar a Pablo Iglesias de haber cruzado una frontera como nuestra Constitución. En la lógica del leninismo todo vale para alcanzar los objetivos políticos. El líder no es amado, ni temido. El líder es odiado. La infamia tanto desde aquellos que respetan la Constitución de 1978 como de los votantes que Podemos ha perdido por el camino. Ahora sólo quedan un grupo de votantes que no se sabe si por argumentos de justicia social, de lucha contra la corrupción o de dinamitar la casta están dispuestos a defender la demanda de los nacionalistas catalanes a ser indemnizados económicamente por los crímenes del franquismo. ¿Y el resto de españoles?
Sociócritas
El arribafirmante se divierte leyendo las memeces de algunos militantes socialistas. De estos del aparato. Esos que con independencia de su edad huelen a secretaría general, a polvo añejo, a camarillas, a paseo y pasilleo con puñales escondidos detrás de la capa, de los que apestan a cábalas y aquelarres bendecidos -o enfrentados al oficialismo provincial, autonómico o nacional-, de esos que en definitiva, en el salón de su casa tienen un cuadro enmarcado con la imagen de Felipe González, Susana Díaz, Patxi López o al santo patrón al que se encomiende. Y estos días anda ladrando contra Pedro Sánchez, cuando lo habían apoyado hace tres años en aquellas primarias en las que se enfrentó con Madina.
Fuere cual fuere el patrón al que se entreguen y los ladridos que puedan emitir no cabe duda de lo siguiente. Primero, que la expulsión de Pedro Sánchez de la Secretaría General del PSOE fue un auténtico golpe de mano contra las normas democráticas que rigen a esta formación. Segundo, que fue la oportunidad de Susana Díaz para deshacerse de su último oponente en el camino hacia Ferraz, si es que acaso no lo controlaba ya previamente. Tercero, que los golpistas están conchabados con que Rajoy fuese el Presidente del Gobierno, dispuestos a sacrificar lo que hubieran votado o decidido su militancia, “¡por el bien de España!”. Cuarto, que esto no es ni más ni menos que la vigésimo tercera entrega del Padrino en su versión andaluza y socialista.
En Dos Hermanas, Kiko Toscano -al que se le pueden criticar muchas cosas, pero no su olfato político- se ha jugado la primera carta del ataque contra el susanismo oficialista. Un líder local que después de tres décadas no le debe a nadie, a excepción de sus votantes, y que de todos es sabido que no comulga con la ortodoxia. Un verdadero golpe de efecto, presentando al nuevo Pedro Sánchez, en su carrera a las primarias, en el anfiteatro sevillano dotado de ese gran poder simbólico que le otorgaron otros. Y eso duele por lo que cuentan mis memos hipócritas. ¡Viva Espartaco!
A quién le importa
Este fin de semana se han alternado dos hechos que afectan directamente a la persona que ostenta la Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. De un lado, las manifestaciones con decenas de miles personas en Granada, Málaga, Huelva y Sevilla contra los recortes en salud del gobierno autonómico. De otro lado, la convocatoria del congreso que elegirá al nuevo Secretario General del PSOE, donde la sevillana compite contra Patxi López.
Entre otros precedentes al problema de pérdida de calidad de los servicios sanitarios se pueden mencionar bastantes más. Las continuas denuncias presentadas por el ya famoso Jesús Candel, alias “Spiriman”; la destitución del director gerente, Emiliano Nuevo, realizada por el Servicio Andaluz de Salud en febrero del año pasado por solicitar más recursos; las largas listas de espera en atención especializada; la compra de medicamentos de baja calidad; e incluso el colapso de las consultas de los médicos de cabecera. Con este aval, Susana Díaz aspira a presentarse como lideresa del PSOE y futura candidata a la Presidencia de España.
No falta decir que en la agenda del ejecutivo andaluz, lo que suceda dentro de su comunidad poco importa. Ya que ahora existe una ventana de oportunidad para que las élites regionales socialistas coaligadas con Díaz puedan implantarse nuevamente en Ferraz. Sede que volverá a ser dirigida directamente desde la capital hispalense. Lo demás parece que es superfluo en la agenda de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
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