primarias
De Zapatero a Iglesias
La reunión de Zapatero con Pablo Iglesias ha producido un importante daño en el naciente liderazgo de Pedro Sánchez. Un candidato moderado, negociador y con un perfil técnico y político limpio y consolidado, el que encabeza el PSOE actualmente. Y el que además, ha nacido de unas primarias internas. Sin embargo, este «petit comité» en las sombras, ofrece lecturas diversas y enriquecedoras sobre el papel que Zapatero e Iglesias, aún aspiran a ejercer sobre España, después de haber aplaudido las dos legislaturas de José Luis y el resultado final de la última. Y eso son datos objetivos en términos de política económica y del estado de la sociedad, aunque siempre hay fanáticos para un descosido. La primera lectura clara de esta actuación de Zapatero, es que para él tiene más peso la influencia de su propia persona en la política, que los resultados de las futuras elecciones o el papel que deba desempeñar la nueva generación de socialistas. Moralmente es condenable, pero políticamente no, porque hubiera dejado el país hecho un erial después de su salida hace cuatro años y hubiera ocultado una crisis en el año que se presentaba a su reelección. No conforme con eso, aspira a jugar cartas en el futuro de la naciente fuerza de Podemos. Si bien, probablemente la actuación de Zapatero sea posiblemente un intento de lucha entre un sector de los votantes y militantes socialistas, los más próximos a Podemos, contra el sector socialdemócrata y socio-liberal. Aunque, las luchas intestinas en el PSOE suelen en no pocas ocaciones, llevar más el sello de personas que el de ideas o posiciones políticas.
En lo que acontece a Iglesias, se asiste a la escenificación de lo que ya había advertido Orwell en Rebelión en la Granja. Durante un año, se ha difundido el discurso de la casta, de quién es casta o quién no, si el PSOE sí, si IU ahora sí y luego no, el PP seguro que sí y los otros partidos que no son Podemos, también son casta. Y después de eso, la acción del líder tuerce el guión de la casta reuniéndose con una de las grandes personalidades de esa élite, José Luis Rodríguez Zapatero. De forma similar, los cerdos de la granja que habían acometido una revolución política y social, terminaban reuniéndose con el granjero, comiendo en su mesa y vistiendo como él en una negociación al final del libro. ¿Seran las personas capaces de entender que la política no es más que la lucha de una minoría contra otra en coalición con otras? Véamos pues, hasta dónde llega el sentido común de esta nuestra sociedad.
Líder nuevo, enfrentamiento abierto
Pedro Sánchez ha sido el vencedor de las primarias del PSOE, habiendo obtenido casi la mitad de las votaciones de los militantes. Esta elección supone una fractura en el contexto de los socialistas andaluces que han optado mayoritariamente por este candidato y otra gran parte por Madina. Lo que implica el inicio de un conflicto intenso entre los distintos sectores y corrientes de la izquierda liberal.
Cabe señalar, que tanto Madina como Sánchez han competido por el voto de un mismo tipo de militante. Hablamos del sector socialdemócrata, pero con un interés en la renovación del aparato en términos de personas y propuestas políticas. En cambio, la alternativa más a la izquierda del PSOE de Pérez Tapias ha quedado desbancada al no haber obtenido ni una cuarta parta del apoyo en las primarias. De esta forma, se dibuja el panorama de apoyo a las distintas corrientes del partido.
Ahora bien, cabe preguntarse cuál es el papel que jugará en este sentido el PSOE andaluz. Y es que, desde algunas posiciones internas se plantea la necesidad de la supresión de las redes clientelares creadas tras más de tres décadas. A lo que algunos críticos socialistas subrayan que la única vía vendría por un cambio de gobierno en esta comunidad autónoma. Sea o no así, el liderazgo de Susana Díaz no ofrece muchas perspectivas para que se produzca una hipotética y lejana alternancia en el ejecutivo andaluz.
Zapatazo a las primarias
El balance de las elecciones municipales y autonómicas del 22-M es una efeméride. Un momento histórico que marca la debacle definitiva del ascenso del Partido Socialista en las instituciones. El poder que tantos años habían acumulado en todos los niveles de gobierno cae barrido por la victoria de los populares que mantienen actualmente el control de dos tercios de las comunidades autónomas y de todas las capitales de provincia andaluzas. Lo que anuncia la caída más profunda del liderazgo del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y también de Jose Antonio Griñán en el feudo sureño.
Las respuestas desde los socialistas integrantes del Gobierno no se han hecho esperar. Chacón ha anunciado su negativa a presentarse como candidata a las elecciones generales los mismos días que se hablaban de primarias. Así, se habló de elecciones anticipadas, las fricciones con el PSC y los toques de queda del Patxi López al Presidente del Gobierno. Y es que, antes de que se convocase una auténtica concurrencia competitiva entre la élite socialista para su renovación, Zapatero ha hecho una vez más uso de su control personalista del partido. Para ello, un día después ha nombrado a Rubalcaba como el candidato oficioso del “zapaterismo” para plantar cara a Mariano Rajoy.
La regeneración de la que adolece el PSOE y que exigiría de una renovación de caras y de ideas profunda ha muerto. Una vez más, por el comité que dirige las tornas sin consultar a su electorado. El PSOE que tiene un sistema de elección mediante primarias, de forma distinta al método de compromisarios del PP parece que avanza hacia este segundo sistema. Posiblemente, hacia una fórmula mucho más presidencialista, rozando lo dictatorial.
Pero no todo son lágrimas, Blanco y Rubalcaba se unen en la caída de Zapatero y la continuación de su legado, como ¿la nueva oferta electoral del PSOE? En este panorama, ha aparecido la figura de un ex diputado socialista y miembro de la corriente crítica, Luis Ángel Hierro. Profesor de Economía Pública en la Universidad de Sevilla y Presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía se postula como contrincante de Rubalcaba a las primarias internas. Posiblemente, esta apuesta de los críticos sea una llamada a la esperanza de que aún queda algo de democracia dentro del socialismo.