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Collado reincide en la necesidad de una segunda descentralización en un seminario sobre los municipios españoles y panameños

El complejo encaje de los gobiernos locales en la ordenación territorial del poder político en España es el resultado de un Estado de las autonomías no planificado, en el que queda pendiente una segunda descentralización concerniente a los municipios. Por tanto, esta cuestión implica un factor estructural que limita la gobernanza local en el caso español. Así lo ha aseverado Francisco Collado, Profesor Contratado Doctor de Ciencia Política, en su intervención «La gobernanza local en los municipios españoles: breves apuntes para un estado de la cuestión», en el Seminario Internacional «La descentralización de competencias en los municipios : España y Panamá», que tuvo lugar el pasado mes de abril en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga. Esta jornada, coordinada por la Vicesecretaria de la Facultad de Derecho, Lucía Aragüez, contó también con la participación de la Presidenta de la Autoridad de Descentralización en Panamá, Roxana Méndez, y de la Profesora de Derecho Administrativo, María del Pilar Castro, de la Universidad de Málaga que trataron desde una perspectiva comparada el estado de los procesos de descentralización en ambos países.
Una ponencia de Francisco Collado establece una relación entre los perfiles de notables y los alcaldes de larga duración en Andalucía

A partir de una investigación desarrollada por Francisco Collado, profesor del Área de Ciencias Políticas de la Universidad de Málaga, se observa una vinculación entre los alcaldes que han alcanzado cinco o mandatos en el cargo y sus perfiles de como notables locales en la comunidad autónoma andaluza. Este trabajo titulado «Local Leadership of Long Duration: The Notables as Successful Mayors in Andalusia during Four Decades of Local Democracy» ha sido presentado por el autor en el grupo «Local Elections: Candidates and Political Parties» en el 26 Congreso Mundial de Ciencia Política (26th World Congress of Political Science) celebrado en formato on-line del 10 al 15 de julio.
La hipótesis corroborada en esta ponencia sostiene que el perfil de notabilidad de estos alcaldes vendría dado por la acumulación en sus figuras de reputación, fama y notoriedad vinculadas a la sociedad civil de sus respectivos municipios. Este presupuesto se desarrolla de forma distinta entre el grupo de alcaldes con cuatro y el formado por aquellos que mantienen cinco o más mandatos. La investigación viene a indicar que los líderes locales que han permanecido más tiempo en este puesto de representación político habrían tenido un aprendizaje previo en las entidades de la comunidad local de sus respectivas ciudades. Paradójicamente, aquellos alcaldes que han alcanzado cuatro mandatos no muestran que gocen de notabilidad local y en cambio, tendrían un mayor peso los perfiles que han basado su fuente de poder en su propio partido político. Evidentemente, esta diferenciación permite establecer una serie de diferencias que afectan a su respaldo electoral, su proyecto político y su estilo de liderazgo, entre otros.
Collado pronuncia una conferencia sobre la evolución de los alcaldes en Andalucía

Francisco Collado ha expuesto la conferencia titulada «Los alcaldes andaluces de la transición a nuestros días» dentro de la programación que organiza la Cátedra Ámbito de la Cultura y el Conocimiento de la Universidad de Málaga dirigida por el profesor Enrique Baena el pasado martes.
Entre algunos de los temas sobre los que desarrolló la disertación cabe destacar las fases que experimentan los alcaldes como líderes locales, el proyecto de ciudad en los casos más exitosos y la procedencia socioeconómica de estos agentes políticos. Esta intervención, que ha tenido lugar en la Sala del Ámbito Cultural del Corte Inglés de Málaga reunió a diversos asistentes interesados en la historia política y social regional.
Político o ciudadano
Cuatro años. Ese es el tiempo en que mi proyecto de tesis de doctorado en Ciencias Políticas se ha desarrollado. Esta obra basada en entrevistas directas a aquellos políticos que han sido alcaldes de las capitales de provincia de Andalucía analiza el liderazgo político local. Extraídos su visión, sus recuerdos, sus acciones y su pensamiento sobre la responsabilidad de dirigir y gestionar una ciudad, se plasman distintas generaciones de primeros ediles que han vivido desde la transición local hasta los tiempos más recientes de la crisis económica y la irrupción de Podemos y Ciudadanos en la arena municipal.
Detrás de la realización de este trabajo existen muchas historias. Largas jornadas al frente del volante recorriendo Andalucía de un lado a otro, el contacto previo con los alcaldes en cuestión, horas al frente de la transcripción y una profunda traslación de lo contado por estos actores políticos a la obra académica. Mientras tanto, algunos académicos que se han acercado a este trabajo se han preguntado cuál es el interés de estudiar a simples y meros alcaldes. Parece ser que investigar la acción política local es una labor con poco glamour entre el gremio, como si llevar una ciudad fuera una tarea sórdida, fácil y sencilla. Quizá a algunos se les hayan empañado los cristales del despacho universitario tras tantas horas sin salir a la calle, a la vida cotidiana.
Entre las principales conclusiones que se encuentran presentes en la indagación sobre el estilo de liderazgo y las carreras políticas de los alcaldes hay una gran reflexión final. En España, el ejercicio de la alcaldía se mueve entre dos coordenadas. Si bien, el alcalde es más un ciudadano reclutado por el partido o si es un político propuesto para gestionar la ciudad. Si ese poder político y los intereses a los que responde proceden del ámbito social o de las estructuras orgánicas. He ahí el dilema presente en muchos de los líderes analizados y que de una forma u otra han encontrado destino variados según el papel que han decidido jugar dentro de esa disyuntiva.
Collado publica un artículo sobre las coaliciones locales durante la Transición
La transición local fue un proceso tardío, problemático y no falto de dificultades. Entre 1979-1983, la naciente democracia española inauguraba las primeras corporaciones locales salidas de las urnas. En este contexto, las élites locales, o mejor dicho, los grupos políticos municipales jugaron un papel decisivo en la formación en la mayoría de las ocasiones en gobiernos donde el acuerdo facilitó la gobernanza, aunque no necesariamente el éxito político del alcalde y de su partido en los ayuntamientos. Lo que además se realizó con un formato de gobierno municipal heredado del franquismo, cuando aún no se había aprobado la normativa actual de los entes locales.
Este tema es analizado en un reciente artículo que publica Francisco Collado Campaña en Vínculos de Historia bajo el título «Uno para todos y todos contra uno: los acuerdos políticos en los gobiernos municipales como instrumento para la gobernabilidad en la Transición«, donde se presenta una comparación entre cuatro ciudades para este período: Cáceres, Ciudad Real, Málaga y Sevilla. De esta forma, se observa qué tipos de coaliciones garantizaron la continuidad del alcalde electo y del partido político que la ostentaba. Este trabajo, originariamente el trabajo fin de máster del autor, es el resultado de una investigación basada en entrevistas a los concejales de estas corporaciones, el análisis de las actas municipales y el análisis de prensa de la época. Dicho trabajo también ha contado con la valoración de distintos profesores de la Universidad Pablo de Olavide, la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad de Málaga, habiendo completado su realización con una estancia breve en la Universidade Técnica de Lisboa en 2012.
Estado autonómico o Estado municipal
La reforma del mapa municipal de Montoro ha reabierto el debate sobre el modelo de Estado español. Si preferimos churras autonómicas o merinas municipales, es decir, o se recorta la administración regional o a ver qué pasa con la municipal. Lo que sí debería tenerse en cuenta, independientemente de la postura desde donde se exponen los argumentos es que el Estado autonómico se ha consolidado en España como una muestra de las distintas identidades territoriales. Por lo que, en última instancia debería quedar el tocar este logro de la democracia española.
En algunos foros, se habla que se eliminen las diputaciones provinciales. Dicen que esta institución decimonónica carece de sentido actualmente y que muchas veces son chiringuitos de las élites locales. No se puede dudar de estos argumentos, pero hay determinados aspectos como la gestión de servicios de limpieza, bomberos y aprovisionamiento de agua que son compartidos por distintos municipios. Su administración corresponde a un ente por encima del municipio y separar estos servicios entre los distintos ayuntamientos supondría una solución ineficaz. Por tanto, la solución bien podría ser dotar de mayores competencias en servicios locales a las diputaciones y eliminar los entes locales como las mancomunidades, consorcios y comarcas.
El problema reside especialmente en el plano local. En algunas comunidades, como Castilla y León existen más de 2.000 municipios, especialmente por la existencia de concejos, parroquias, las entidades autónomas locales y otras fórmulas de origen medieval. Si bien, la reforma que es tan necesaria debiera acometer con la unificación de estas administraciones y de ayuntamientos de localidades pequeñas en corporaciones más grandes y sólidas. ¿Cuál es la barrera a esta unificación? Básicamente, la existencia de sensibilidades locales que se reconocen distintas unas de otras. Que si los de Villacocha del Norte son distintos de los de Terruño del Sur, y otras tonterías similares.
Una consecuencia de esta unificación de municipios sería la modificación de la arena de competición electoral en el ámbito local. Y ahí entran en juego los anteriores intereses municipales descritos y determinados intereses partidistas vinculados a los mismos. Por ello, los principales partidos deben aceptar sacrificar estos criterios, o de lo contrario, la solución bien vendrá no con la eliminación, sino con la decadencia del Estado autonómico. Por ello, lo más oportuno es reforzar las diputaciones y unificar los municipios de menor tamaño.
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Francisco Collado, junto a Santiago Delgado (UGR) y José Francisco Jiménez (UPO), ha publicado una síntesis de los principales estudios y análisis sobre los alcaldes como líderes municipales en el capítulo «El liderazgo político en la España democrática», recogido en el libro 