Derecho
Interludio de incertidumbre
“Certidumbre” ha sido una palabra presente en el discurso de valoración de los resultados de Rajoy en la sede de Génova. El canto de sirena que auspiciaba (y suplicaba) por un gobierno fuerte y estable que en todo caso será parte de una novela de ciencia ficción. Y es que pese a la distorsión del sistema D’Hondt, Podemos y Ciudadanos en menor grado han irrumpido con una fuerza inesperada en el Congreso de los Diputados. Mientras la mayoría no ha reparado que la cámara alta, el Senado, goza de una amplia mayoría de los populares. Por lo que, la decrépita derecha se guarda la capacidad de revisión normativa ante el legislativo y cualquier ejecutivo que se formase. Lo que plantea un horizonte totalmente nuevo en nuestra historia democrática.
Las promesas de Ciudadanos y Podemos en el ámbito de distribución territorial del poder han cobrado su peso en oro. La diatriba entre la recuperación de unidad territorial y una entrega absoluta a las demandas de fractura de España, es lo que Pablo Iglesias ofrece a sus secuaces nacionalistas para conformar un gobierno pentapartito, en el que el PSOE ya ha respondido claramente que no participará. A la par que Rivera traiciona su voto de castigo a los populares, facilitando una posible investidura del zombie político de Rajoy. ¿Es ésta la España que nos ofrecían las nuevas formaciones? Una cámara fracturada “a la italiana” con una enorme incapacidad de pactar para formar un ejecutivo que responda a los problemas de las personas. Y es que acaso, ¿los problemas de España se solucionan procediendo a una reforma constitucional y la celebración de consultas nacionalistas? Desgraciadamente, una cuota del poder político de Iglesias se ha pagado con su entrega a los separatistas como ya hizo en su día el PSOE de Zapatero que abrió la puerta a llamar churras a lo que son merinas, o “nación” a lo que quisiera ser un Estado.
Ya he advertido en numerosas ocasiones la sobrevaloración de las promesas políticas y los posteriores perjuiciosos efectos de la disonancia cuando el resultado no responde a esas expectativas. Si bien, una expectativa sí ha quedado satisfecha como es un poder político más proporcional, más equilibrado y más fragmentado. Pero veamos ahora si este tipo de configuración institucional puede llegar a algún lado con la capacidad de pacto que tiene nuestra cultura política. Lo repetiré una y otra vez, como se lo dije a Cristina Bescansa, no es la institución, es la actitud política la que nos lleva por unos derroteros y por otros. Pero estas izquierdas y estas derechas hacen oídos sordos creyendo que la máquina -la institución- es el alma, y que el alma no existe. El alma cainita que una vez más se apodera de nuestra élite política para quizás volver a hacernos votar dentro de unos meses.
Elecciones históricas
Esta semana representa la última etapa de la carrera de fondo de la campaña electoral. La misma comenzó con el PP como partido aventajado, pero que ha ido perdiendo distancia con aquellos que competían por el segundo puesto, principalmente PSOE y Ciudadanos. Mientras a lo lejos y ahora a corta distancia, se sitúa Podemos con una posición bastante mejorada. Y es que, Pablo Iglesias ha demostrado que su liderazgo se proyecta positivamente en la cercanía y no tanto en distancias mayores. Al respecto, la formación de Albert Rivera ha experimentado una caída de intención de voto y en las filas socialistas se ha observado un cuestionamiento de la figura de Pedro Sánchez.
Durante estos días se han sucedido distintos debates, a cuatro, a seis bandas y a dos. Esta semana se celebra el debate clíma entre los dos grandes hasta el momento. El único al que asistirá Mariano Rajoy frente al líder de la oposición. Al respecto, se barajan dos hipótesis sobre su ausencia en los anteriores más allá del miedo escénico que domina al actual Presidente. Por un lado, la aparición de Soraya Sáenz en los otros debates y en los carteles electorales sugiere la posibilidad de que exista un relevo en el liderazgo popular, asumiendo además su papel de “heraldo” de Rajoy. Por otro lado, se encuentra la negativa de Arriola de plantar cara a las formaciones emergentes. Y es que, este asesor politico, al que ya se le ha pasado el arroz, se niega a observar antes de su jubilación como los “frikis” de la política introducen una segunda generación en la agónica clase política española.
De hecho, ya no hay sólo “frikis” entre Podemos, sino que este concepto arriolista puede ser traspasado a Sánchez, Rivera y Garazón debido a su perfil socio-económico y su edad. De esta forma, los populares son los que se resisten a ese cambio generacional. Ciertamente, las generaciones nacidas en democracia son las que tienen mucho que decir en estas elecciones generales, en las que se le ha vetado el voto a miles de españoles en el extranjero, aduciendo dificultades burocráticas. Será por esto y por la corrupción, no ya tanto por la cuestionable recuperación económica, por lo que el Partido Popular tendrá que responder en la próxima legislatura, sea cual sea el resultado.
Lo que no cabe duda es que estas elecciones abren una nueva etapa politica tanto de cambio en el sistema de partidos como de constitución de las élites políticas. Ahora bien, una cosa es jugar al Juego de Tronos y otra es gobernar, ya que es ahí donde todos y cada uno de los partidos se la juegan después del 20-D. Es por eso, que estas elecciones son el inicio de una nueva época en España y es aquí donde todos estamos llamados a votar, sea cual sea la decisión, para hacer Historia.
Navidades rajoyanas, agosto rivereño
La convocatoria para las elecciones generales ya tiene fecha el 20 de diciembre. Apenas con unos cuatro días de antelación para que Rajoy se atragante con el pavo y Rivera celebre un brindis al sol. Ciertamente, los populares han basado su estrategia en el control de los tiempos y en esperar que los “buenos resultados” de la macroeconomía calen entre la opinión pública. Una opinión que todavía no termina de estar segura de ese mensaje que sostiene que hemos salido -o estamos saliendo- de la crisis. Sin embargo, el ascenso de Ciudadanos como principal fuerza nacional tras las elecciones autonómicas de Cataluña asienta un precedente de lo que cabe esperar de los próximos comicios.
En distintas encuestas, se sitúa a Ciudadanos como la tercera fuerza política tras PP y PSOE, de cuya caída se beneficiaría. En cuarto lugar, se encontraría el partido de Pablo Iglesias, que no conseguiría aprovecharse de la volatilidad de votos socialistas, caladero donde Albert Rivera también pesca con éxito. Todo esto ha llevado a que Ciudadanos no sea considerado sólo como una “marca blanca” de los populares, sino a un partido que complementa las tendencias centralistas planteadas por el clásico bipartidismo. De esta forma, esta fuerza habría conseguido el objetivo que no llegó a alcanzar UPyD, al colocarse en el centro político que correspondería con el espacio ocupado por la extinta UCD.
En este sentido, ni las banderas españolas de Pedro Sánchez, ni los desavíos de Rajoy, quemado por los constantes escándalos de corrupción, salvarán la situación en Navidades. Al contrario, se volverá a entrar en una nueva dinámica de pactos en las que las fuerzas de Ciudadanos y en menor grado, Podemos y otras formaciones minoriatarias de izquierdas decidirán el futuro Gobierno de España. Un dato que es indudable es que se producirá una fragmentación electoral en un grado considerable como no se ha conocido en la última década.
Demasiada permisividad, futura catalanidad
Corren ríos de tinta sobre los pros y los contra de la independencia catalana. Se escuchan argumentos de un lado y de otro sobre la legalidad de la consulta que no deja de ser un comicio autonómico. Si sube el café, también están los que se preguntan si al escindirse estaría ese nuevo país dentro o fuera de la Unión Europea. Y para atemperar el debate, aparece un periodista de la BBC que desmonta uno a uno los argumentos de “Junts per Sí”. ¿Y quién se preocupará de la futura selección de fútbol catalana? Si bien, se observa que aquí nadie habla de los catalanes o la minoría catalana que se encuentra repartida entre, Andorra, el Rosellón francés y el Alguer italiano.
En un ejercicio de política comparada, se puede afirmar que esta escalada de la tensión catalano-española es el resultado de cierta permisividad del Estado español desde el inicio de la democracia. Como los más mayores saben, el Gobierno Central decidió conceder el reconocimiento de una autonomía a Cataluña, País Vasco y Galicia en un primer momento debido a que tras la Guerra Civil, eran una serie de demandas que se mantenían bajo el nombre de los llamados “territorios históricos”. Desde aquí, España ha evolucionado hacia un Estado descentralizado con determinados ingredientes regionalistas y federalistas, según teóricos como Agranoff, para satisfacer dichas exigencias territoriales.
En Francia, existe una minoría catalana que no tiene acceso a la educación en su lengua, tampoco se admite su lengua en las relaciones entre ciudadano y Administración. Esto es el resultado de un Estado centralizado que ha impuesto el francés tanto como lengua como patrimonio lingúístico común a todos sus territorios, sin ninguna concesión. Tan sólo en 2007, el Consejo General de los Pirineos Orientales lo reconoció como idioma oficial. En Italia, sólo la lengua catalana está reconocida como lengua minoritaria del Alguer desde 1991 y queda protegida por la jurisdicción que vela por la misma con un carácter protector, desarrollada especialmente a través del gobierno regional y municipal. Finalmente en Andorra, coexiste el catalán junto al español y al francés en igualdad de condiciones, existiendo centros de educación diferenciados para cada una de estas lenguas y auspiciados por los ministerios español y francés.
Ante todo esto, cabe preguntarse por qué en España no hemos procedido de forma similar al caso francés, más aún, cuando Francia tiene más minorías etno-lingüísticas (bretones, vascos, occitanos, catalanes, corsos, etc.) que España. O por qué no se quedó todo en un tímido reconocimiento territorial como en el caso de Italia. Tampoco se pudo auspiciar una situación similar a la de Andorra debido al reducido tamaño geográfico de este micro-Estado y a sus propias características socio-culturales. La permisividad ante todo ha sido la política del Gobierno Central, mientras en Barcelona se sigue haciendo dinero con los “tablaos flamencos” que desde una postura estrictamente nacionalista-catalana, no serían patrimonio de su identidad cultural.
La herencia recibida
Mariano Rajoy ha hecho del lema “la herencia recibida” una especie de cheque en blanco. Un cheque en blanco para recortar en servicios sociales, en dependencia, en educación y en otras tantas partidas. Las culpas eran de los socialistas que son unos “pésimos gestores”, aumentando el gasto público con sus recetas keynesianas. Ninguno de los populares sabían el estado de cuentas que se iban a encontrar en 2011 tras la pavorosa huída de Rodríguez Zapatero. Una alabanza a la ignorancia financiera. Sin embargo, la ignorancia más alabada aún estaba y está por llegar. Nadie parecer ser que sabía lo que se venía encima con la herencia de Aznar.
La retirada de Aznar en 2004 no fue sólo un ejercicio de limpieza democrática. También podría haberse catalogado como un ejercicio de limpieza moral, teniendo en cuenta que más de un tercio de sus ministros estaban y estarían mancillados por imputaciones y sentencias firmes por escándalos de corrupción. A los Álvarez Cascos, Zaplana y otros tantos se une estos días Rodrigo Rato. Y no es cualquiera, porque en aquellos años, Rato era el que tenía más papeletas para suceder a José María. Sin embargo, cuestiones del destino hicieron que Rajoy fuese el continuador del liderazgo entre los populares.
Así, Aznar dejaba toda una cohorte de gestores y tecnócratas entre los que había una buena banda de cuatreros. Estos señores que se han quejado de la herencia socialista, veremos ahora qué dicen de la herencia popular. Los tribunales y las fuerzas de seguridad están atando cabos ante un partido político que cada día pierde más confianza. Estos hechos son los que, especialmente, ya sea por su sobredimensionamiento o su gravedad están produciendo el ascenso de nuevas fuerzas políticas. Y serán estos nuevos partidos los que sojuzguen la “vieja política” o la “casta” por sus actos. Otra cosa es saber qué es viejo o nuevo, qué es casta o qué no.
Tela para Rato
Rodrigo ha sido el primero en caer. Inspección hogareña, detención durante unas horas y de vuelta a la calle. El relato ha quedado como un amago de ejercicio de Justicia, pero también como un aviso de que los partidos están dispuestos a ¿reconocer? sus errores. Un reconocimiento de los errores cometidos es probablemente lo que puede (o podría) haber salvado la situación de nuestros partidos dinásticos: socialistas y populares. Por desgracia, ni Chaves ni Griñán, ni a Ratos ni a Montoros, se les va a presionar como se le presiona a aquellos ciudadanos que son deshauciados de sus hogares por impago.
Después los cuadros actuales de estos partidos se preguntan qué es lo que está pasando. ¿Por qué se habla de “casta” o de “vieja política”? Puede ser que quizá alguien esté jugando a crear un nuevo discurso para una nueva época de mano de la batuta de Laclau. ¿Es necesario un nuevo orden o nos quedamos como estamos? Quizá lo deseable puede ser recuperar el bienestar que teníamos hasta mediados de la década pasada, sin que nadie diga que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Para nuestros viejos políticos, eso también sería lo deseable, pero ya no saben por dónde se van a meter porque la cosa está que arde.
Ese mito de “las dos Españas” ha quedado totalmente por los suelos. Ya no hay dos Españas, hay cuatro cuartas Españas que postulan por sus verdades, mientras otras tantas arrinconadas en sus nidos ideológicos observan desde su torre de marfil el que puede ser uno de los escenarios más dinámicos de la historia reciente. Lo que no cabe duda, y el Parlamento de Andalucía lo demuestra, es que por una vez, tendrán que pactar y habrá que llegar al pacto, o se irá todo al carajo. Lo dicho: que hay tela para rato.
- ← Anterior
- 1
- …
- 7
- 8
- 9
- …
- 14
- Siguiente →






