alemania

Agenda oculta en la gobernanza española

Posted on Actualizado enn


 

agenda-ocultaEn distintas columnas, el arribafirmante ha advertido de la senda anti-democrática de la Unión Europea en los últimos años. Desde el día y hora, en que se fragmentó eso que los medios de comunicación llamaron como el “eje franco-alemán”, las comunidades europeas se han convertido en una suerte de instrumento tecnocrático en manos del Gobierno alemán. La batuta germánica que se ha impuesto durante los años de la crisis económica ha venido a exigir a la mayoría de los países una serie de condiciones para cumplir sus objetivos económicos. Estos objetivos económicos, marcados según los cálculos y las estimaciones del Banco Central Europea, han subeditado a la calidad democrática y el Estado del Bienestar a un segundo plano. España, Portugal, Italia y Grecia son las nuevas colonias en las que el IV Reich se ha instalado, sin necesidad de usar los tanques simplemente a los cuerpos de funcionarios comunitarios.

La necesidad de ajustar a la maltrecha España y evitar la prolongación de la ausencia de ejecutivo por un año más estaba en la agenda alemana. Una de las economías más pujantes de los países mediterráneos, la cual ha empezado a despegar, no podía continuar con una crisis de gobernabilidad a ojos de Merkel. Eso contravendría los intereses económicos depositados en el país ibérico y su rápida necesidad por encaminarse hacia los nuevos recortes impuestos desde Bruselas. ¿Y acaso no cabe pensar que hay un fino hilo desde la agenda internacional alemana hasta la crisis interna del PSOE? Les diré que sin lugar a dudas, dicha relación de causalidad existe, aunque pueda parecer difícil de vislumbrar a simple vista.

Hace ya una semana que alguien le preguntó a Rajoy en las instituciones europeas que si volvería a repetir como ejecutivo. La respuesta directa fue afirmativa. El partido más votado en las penúltimas y últimas elecciones de España era el que ha conseguido sacar a España de la crisis a golpe de limitaciones presupuestarias y sólo el segundo partido más votado, con el liderazgo de Pedro Sánchez, se oponía a su investidura en esta España asediada por los radicales de Podemos. Era necesario que el PSOE que ha sido uno de los partidos fundamentales en la gobernabilidad de España sacrificase sus postulados políticos en favor del sistema y se abstuviese en la investidura de Rajoy. Desde las opacas y selectas élites supranacionales que representan Felipe González y Juan Luis Cebrián hasta el ámbito subestatal socialista liderado por Susana Díaz, se ha trabajado en esta operación de desatoro de las poleas y mecánicas partidistas para acabar con un Secretario General que había sido elegido en primarias y dar vía libre a los cauces de la gobernabilidad, aunque a su pesar arrastrase el cadáver de la extinta socialdemocracia convertida en capitalismo residual. Y ahora, cabe preguntarse hasta qué punto la situación actual, tanto la fractura del PSOE como la segunda legislatura de Rajoy, responde a intereses constitucionales y democráticos o a los intereses de una agenda internacional que se escribe desde Bruselas y otros salones más opacos.

Europa es Grecia, no Alemania

Posted on Actualizado enn


Hitler-y-el-Discobolo-de-MironAlemania, con el mango de la sartén europea y el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), exige a la Grecia de Tsipras una reestructuración del pago de la deuda. Aunque ello implique el recorte de pensiones y una subida del IVA, en esta ya castigada sociedad mediterránea. Es paradójico que la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que fue el embrión de la actual Unión Europea, se crease con el objetivo de contener pacíficamente el rearme germánico, pero haya sido finalmente el rearme económico el que ha hecho que este mismo país domine a toda Europa a través de la aplicación del «soft power» en las instituciones comunitarias. También resulta patético que Alemania reclame una deuda a Grecia cuando aún tiene una deuda con los griegos que se remonta hasta la II Guerra Mundial. En pocas palabras, Alemania ha vuelto a demostrar una vez más sus ansias por imponerse en la geopolítica europea y que hace y deshace según su conveniencia.

nazis-atenasPor mucho que Alemania se empeñe, ni Europa es de Alemania, ni mucho menos Alemania es Europa. La auténtica Europa, la que hace milenios alumbró la civilización política se encuentra en el arco mediterráneo. La democracia griega como primer gobierno diferenciado de la tiranía y la oligarquía y el imperio romano como ejemplo de unificación política territorial, son dos elementos que vertebran nuestra concepción presente y pasada de lo que es un Estado. Estas contribuciones políticos junto al desarrollo científico, cultural y técnico que representaron las antiguas culturas mediterráneas son el embrión de lo que actualmente algunos han venido en denominar «Europa» y en considerarla como la cuna de la civilización occidental. Y es que, mientras distintas ciudades comerciaban y guerreaban entre ellas en el Peloponeso griego, las tribus germánicas andrajosas, incultas y tecnológicamente atrasadas poblaban los bosques y los páramos de la actual Alemania.

Praxiteles Hermes con DionisoPor todo ello, el trato que está recibiendo actualmente Grecia no hace honor a la «deuda histórica» que los países europeos hemos contraído con respecto a ella. Nuestra filosofía, literatura, cultura, escultura, arquitectura, lengua, nuestras matemáticas, la geografía, geometría y cartografía, entre otros campos, son directos deudores del desarrollo greco-romano. ¿Qué deuda hemos contraído con Alemania? ¿Las invasiones bárbaras de la Alta Edad Media, los juegos dinásticos entre los emperadores que ni eran sacros ni eran romanos, las guerras prusianas, la Gran Guerra, Hitler y el nazismo? Sí, evidentemente, claro que estamos en deuda con los alemanes, porque fue sólo Alemania quien ha mostrado la sombra más negra y oscura que puede albergar el alma de los seres humanos. El mal, pero no ese «mal» de las acciones políticamente necesarias y moralmente cuestionables, sino el Mal en su rostro más diabólico, perverso, deshumanizador y carente de toda lógica. El Mal que es a la vez medio y fin. Esa es la verdad que Alemania ha enseñado al mundo a través de la guerra, y que a día de hoy sigue mostrando con un método más discreto, descafeinado y sofisticado a través de su política económica. En pago a esta deuda, cabe preguntarse: ¿cómo se le debe pagar a Alemania y los alemanes?

Hipótesis (II): seguimos aplazando la deuda postsoviética

Posted on Actualizado enn


Como se adelantó en una columna anterior, el interés diario de la prensa europea en torno a la deuda de los países mediterráneos no responde a planteamientos periodísticos. Más bien, es una necesidad política de Alemania que divorciada del eje franco-alemán desea convertir su agenda nacional en la agenda de la Unión Europea, ocultando las malas cifras de los países miembros del Este. Y es que, como dijo un asesor del Gobierno alemán, “estamos aquí para que paguéis la deuda que habéis contraído, después de haber gastado más de lo que podíais”.

En una comparación, entre los datos macroeconómicos de España y Polonia observamos como la deuda ronda la cifra española y su prima de riesgo se acerca hacia el precipicio de los 400 puntos. La pregunta es dónde están el Bild o The Guardian, avisando sobre este riesgo para la inversión en el antiguo espacio postsoviético. Sin embargo, siguiendo una vieja máxima marxista: todo tiene una explicación económica al menos.

Para empezar, en Alemania existe una desigualdad económica patente entre la zona occidental más rica y la oriental más pobre como resultado de su unificación en los noventa. Por lo que, la existencia de países con un PIB inferior y unos precios más bajos representa una ventaja para compensar la bolsa de la compra de los antiguos alemanes del Este. De forma que, estos ciudadanos tienden a realizar compras como bienes de primera necesidad, ropa y gasolina cruzando la frontera a la República Checa y Polonia.

Esta demanda de productos por parte de los alemanes permite explicar una menor tasa de desempleo en Polonia y unos datos a grandes rasgos menos negativos que los españoles. Sin embargo, eso no ha sido suficiente para que la crisis no se haya cebado con estos países recientemente ingresados en la Unión Europea. Por lo que, seguramente si España no fuese mediterránea y estuviese más cerca de Alemania, otra Merkel cantaría.

Hipótesis: la deuda del Este europeo

Posted on


Cada día nos asaltan noticias sobre los posibles cambios y nuevos recortes en los diarios. España está en el centro del huracán, de la campaña presidencial estadounidense, del Banco Central Europeo y del ejecutivo alemán, por citar algunos. Sin embargo, pocos datos llegan sobre la posible deuda de los miembros europeos del Este, pues parece ser que la pandemia es una enfermedad típica del mediterráneo: Portugal, España, Grecia, Italia e Irlanda, que es algo así como el sur inglés en su visión más despectiva.

Por este motivo, y previendo una posible ocultación por parte de la prensa europea, el arribafirmante se ha propuesto en la presente y posteriores columnas indagar sobre la deuda de países como Rumania, Polonia, República Checa, Eslovaquia y los lugares de veraneo para los alemanes. De esta forma, es posible detectar qué es lo que oculta ese silencio de los medios sobre la economía de estos países.

En nuestro primer viaje de la deuda hemos decidido ir a Hungría. Este socio europeo  acumula una deuda del 80,60% de su PIB y una prima de riesgo de 588, ambas superiores a la española para el último ejercicio. ¿Y dónde están los titulares sobre el derroche o el riesgo de la inversión en el antiguo reino húngaro? Por fortuna, las inversiones de los centro-europeos en este país no van destinadas preferentemente al mercado financiero. Al contrario, las compras alemanas en este país se destinan a turismo, servicios médicos y la especulación urbanística.

Estos datos arrojan luz sobre cuál es el papel de España en la Unión Europea bajo el brazo ejecutor alemán, decir “sí”, lejos del “no” de Hollande. Lo sorprendente y anecdótico, es que además en Hungría se sitúa una considerable población germano-parlante, siendo algo así como una extensión cultural de Alemania. Ahora, es cuando hay que preguntarse por qué estos datos no están en las cabeceras internacionales.

Para más información: http://www.datosmacro.com/paises/comparar/espana/hungria

El rescate llega y el IVA engorda

Posted on


La prima de riesgo aprieta y ahoga. Aunque no estemos a la profundidad de Portugal, el que se vende como modelo de rescate a seguir. Con un aumento de los recortes sin precedentes, la implantación del copago sanitario y este fin de semana, el aumento de las cotizaciones a la seguridad social. Miren ustedes, el Estado se convierte en un negocio poco rentable mucho aprieta, poco hace y nada aporta. Y es que, se rumorea que ya se están abriendo las cuentas de las presentes cotizaciones para pagar las pensiones de jubilados y desempleados.

El futuro imaginado está aquí. Rajoy que tanto criticó de Zapatero no es más que un bucle de su predecesor. Mano dura, silencio ante los medios y seguir los pasos de una Europa distópica. Una sociedad perfecta donde Merkel se convierte en la dama de hierro comunitaria y garantiza a todos la felicidad. O dicho de otra forma el “german way of life”, contratos de pocas horas pagados con salarios basuras.

Mientras tanto, nuestro IVA alcanza la obesidad morbida gracias al sobrepeso que le entregó el PSOE y su raquítico compañero el Sueldo Mínimo Interprofesional mantiene una draconiana lejanía con la primera. En el mercado común europeo, no hay competencia desleal, pero acaso no debemos cuestionar que los Estados miembros ofrecen distintos productos con una competencia abismal.

La tecnocracia de Rajoy

Posted on Actualizado enn


El Ejecutivo ya ha cumplido su misión final y esperemos que así sea para deslegitimar sus votos. Subida del Impuesto del Valor Añadido y modificación de la progresividad del IRPF. Con ello, Rajoy termina de demostrar la sintomatología de su esquizofrenia tiránica que ni representa a los españoles, ni a Europa, sino que nos convierte en un títere de la tecnocracia europea. España no es más que una provincia cual antigua Spania bizantina o Hispania Romana de la banca autocrática de Alemania.

La auténtica derecha, la derecha dura y conservadora, pide sacrificios a los borregos para mantener el status quo de la clase política y bancaria. Ella, auténtica enfermedad terminal de España y de su sociedad, si la situación no cambia por el azar o por el esfuerzo del pueblo español que ha sido el único que ha sacado a este país adelante, ya sea expulsando a franceses a tiro limpio o pidiendo el paso a una democracia.

Este Gobierno tiene los días contados, o los tendrá la sociedad. Nunca jamás antes desde el franquismo ni en los años del socialismo hipócrita de Zapatero, se ha vivido situación tan ardua y dura. Y no lo dice el escribiente, son palabras que subraya de grandes plumas como las de Pérez-Reverte o Roberto Centeno. Columnistas no estrictamente de izquierdas que han apoyado el cambio de los inútiles que llevan las actuales carteras ministeriales. Lo que tenemos ahora no es más que una tecnocracia de petimetres.

Alemania pone el ojo para ocultar la mano

Posted on Actualizado enn


Hace unas semanas, en un conocido programa de televisión presentaban un reportaje sobre el ambiente de la actual sociedad griega. El conocido presentador andaba por las calles, preguntando a los griegos qué si pensaban salirse del euro, a lo que un ciudadano de a pie respondió audazmente. “Los alemanes no tienen que humillar a los griegos, no deben olvidar que la democracia empezó en Atenas”.

La mano de hierro de Merkel aprieta y ahoga. Cambió el gobierno italiano por una corte de tecnócratas eurocreyentes. Y ahora, amenaza con intervenir en la política griega si no consiguen alcanzar un ejecutivo de consenso en las próximas elecciones. Alemania clama al oráculo de los fantasmas del pasado: el autoritarismo y la unilateralidad como herramientas de política exterior. La única diferencia es que la ocupación del Reich ya no es militar, sino burocrática que representa el depredador de las sociedades liberales.

Grecia es un país con un pasado arduo, duro y honorable. En suelo helénico se encuentra el origen de la filosofía y las ciencias clásicas, de la democracia frente a la tiranía y del desarrollo de la cultura grecorromana. Mientras tanto, los pueblos germánicos caminaban como bárbaros sobre la tundra. Más tarde, la identidad griega palideció durante la larga ocupación otomana y siglos posteriores, fue liberada del yugo musulmán. A la par que, los alemanes tardaban siglos en consolidar una identidad común bajo la filosofía hegeliana.

Alemania carece de legitimidad para dirigirse a los griegos como lo está haciendo. Ni tiene un pasado histórico democrático mayor de cien años. Ni mucho menos, es el caudillo de la Europa unida. Este aguilucho germánico nada habla sobre la deuda, el paro o la economía de los países de Europa del Este. A Merkel le interesa hablar de España y Grecia, para tapar a países como Hungría, Rumania, República Checa y Polonia, por citar algunos. Estados donde el consumidor alemán disfruta de unos precios bajos y una mano de obra barata. He aquí el milagro alemán.

La extrema derecha en Grecia

Posted on Actualizado enn


Este fin de semana ha sido la cita electoral para griegos y franceses. Los resultados han hablado por sí mismos en respuesta a la austeridad que promueve Merkel. Desde Francia, las urnas han alzado a los socialistas de Hollande frente a Sarkozy que en sus últimas días parecía más la mano izquierda de Alemania que la derecha gala. Por otro lado, Grecia ha fragmentado su parlamento en multitud de partidos, reduciendo conservadores y demócratas sus votos hasta un tercio de los votos obtenidos en los anteriores comicios.

Sin embargo, en Grecia ha habido espacio suficiente para que la nueva derecha acceda al poder. En concreto, se trata del partido llamado “Amanecer Dorado” de ideología racista, antieuropeo y nacionalista. Este fenómeno es una respuesta de una sociedad confusa ante una democracia y un mercado –el común europeo- que siguen sin dar respuesta a la profunda crisis económica. Y es un fenómeno, porque lo habitual en los sistemas con una cultura política asentada no es responder ante una coyuntura negativa con la llamada a los viejos demonios.

Una línea de pensamiento, especialmente defendida por los historiadores, sostiene que el auge de los fascismos tiene a sus espaldas unas altas cifras de paro e inflación. Se piensa que la democracia falla cuando queda atrapada por la economía. La respuesta es difícil. Sí y no. Una hipótesis interesante es que la derecha radical vuelve a casa no por Navidad, sino cuando existe un problema de identidad.

La identidad de una sociedad es un elemento difícil de definir, especialmente, en sociedades marcadas por la diversidad. No obstante, es posible hablar de la identidad, más o menos artificial, más o menos heterogénea, de un país. Cuando un Estado pierde su identidad y observa como es dañada su autoridad en relación a otros países empieza una espiral hacia el abismo de los extremos.

La Unión Europea en general, y la cancillera alemana en particular, han puesto en duda las cuentas de Grecia. Pero no ha sido suficiente con eso, y han dejado a los mercados jugar con la autoridad no ya de un gobierno, sino de un país, imponiéndole sendas restricciones y exigiéndole sacrificios a su sociedad. Unos sacrificios que se les piden desde el exterior, sin ningún beneficio a cambio. Merkel azota a Grecia como Francia castigó a Alemania tras la Gran Guerra. Así, de aquellos tiempos, los mismos fantasmas del fascismo.

Los espectros de Alemania y la reforma española

Posted on


Algunos economistas creen que si se abarata el despido se puede conseguir un aumento del empleo a largo plazo. Esta lógica es la que ha seguido el Gobierno para imponer la nueva norma del mercado de trabajo. Añadiendo una serie de cambios que bien pueden ser discutidos. Para empezar, se constata que esta medida producirá una nueva recesión, aunque sería preferible hablar de prolongación de la crisis para el primer semestre del año.

En primer lugar, aunque esto supusiera realmente una mejora en la tasa de empleo cabe preguntarse cuál sería la hipotética fecha en la que se produciría. No obstante, las estadísticas oficiales sobre empleo impiden mostrar la auténtica realidad. El “quid” de la cuestión reside en las características cualitativas del trabajo generado. En Alemania, ha disminuido el desempleo, pero a costa de crear puestos de trabajo “low cost” donde no se paga realmente por el desempeño realizado. Al contrario, se trata de puestos de trabajo de una cualificación media o baja, donde se mantiene un sueldo basura que en nada ayuda al incremento de la capacidad adquisitiva.

Para continuar, es una reforma que beneficia a grandes empresas, pero no ayuda a las medianas y menos a emprendedores. Ya que, el problema de la mediana empresa no está tanto en destruir puestos de trabajo como en aumentar su productividad ¿En qué repercute disminuir más aún la capacidad de consumo de las familias que son los usuarios habituales de los servicios ofrecidos por las pymes? Entre las pymes se encuentran servicios informáticos, negocios de barrio, pequeñas tiendas de moda, joyería y bienes de consumo. Por lo que, el tejido empresarial sufrirá una reducción de su potencia, con la excepción de las grandes firmas.

Finalmente, se crea una categoría denominada “empresas en crisis”, las cuales tendrán una serie de ventajas en la reducción de salarios y el despido libre. La reforma popular del mercado laboral se acerca hacia el modelo alemán, cuando bien el objetivo tendría que haber pasado por una paulatina transformación del sistema productivo que afecta al tipo de puestos creados. Y es que, Alemania, por muy buenas cifras que muestre, parece que vuelve a sus viejos fantasmas. La desconfianza, el autoritarismo y el alejamiento de Europa que no hace muchas décadas le llevaron a uno de los episodios más trágicos de la historia de la humanidad.

La Europa de los usureros

Posted on Actualizado enn


Para la década de los treinta del siglo pasado, alemanes y después seguidores del Régimen de Vichy culparon a los judíos de ser el mal que azotaba Europa. La usura y el egoísmo de los grandes poderes financieros controlados por las élites judeo-burguesas habían provocado el colapso de los mercados, según el nazismo. Y a tanto llegó el error sobre el culpable, que se acometieron las atrocidades de las purgas y el genocidio.

Pero algo de mérito tenían tanto nazis como comunistas del régimen soviético. Y es que, la avaricia humana por acrecentar sus posibilidades de crecimiento económico llevó a la pobreza más profunda que se hubiese imaginado. Los gobiernos de Estados Unidos tuvieron que implementar políticas de cooperación transfonteriza como el Plan Marshall.

Para principios del siglo XXI, la avaricia del eje franco-alemán ha llevado a hacerle más barato el costo que el gran beneficio que obtienen de un mercado común sin aranceles. No obstante, cuando Grecia y los países del arco mediterráneo como España e Italia amenazan con caer sus primas y derrumbarse vuelven a cerrar las puertas a un rescate financiero. No se equivocaban los nazis, que la avaricia es el gran mal que azota el mundo occidental, la misma usura que practican las generaciones de alemanes y franceses venideras.