Mes: octubre 2014
Nicolás, Jesús y la megalomanía delirante
El pequeño Nicolás. Un caso extremo de arribista, con tan sólo 20 años, sin perjuicio ni beneficio ha salido a la luz como un auténtico estafador, un magnate de las falsas influencias y un ser deseoso de acumulación de capital simbólico, como diría Bourdieu, en forma de amistades, contactos y fama. El cual parece adolecer de algún delirio megalómano que lo llevó de «pegarse a los grandes» a la estafa. Al parecer, las últimas investigaciones apuntan que usaba un chalet de Edhinor S.A., empresa para la que trabajaba como free lance, como segunda residencia y para cerrar negociaciones (timos) con empresarios e inversores. Una situación que ejemplifica la confianza y la seguridad sobre la que se asientan no ya sólo la política, sino también el turbio mundo de la economía en España.
Por desgracia, el delirio megalómano de Nicolás no es una excepción. También la literatura y las artes, esa loada torre de marfil que es el intelectualismo padece de estos seres egocéntricos (más de lo necesario). Un caso no muy lejano que el arribafirmante tiene es el de un compañero de carrera en el gremio periodístico. Un joven de dieciocho años que pensaba emular a los grandes escritores del siglo XX y que tenía Madrid como ciudad de referencia para peregrinar su compra y venta de influencias y redes. Durante su juventud, este chico se dedicó a vilipendiar a la ciudad malacitana porque la urbe era incapaz de satisfacer sus necesidades megalómanas, llegando a hablar de «esta mierda de ciudad» y propugnando una y otra vez su necesidad de emigrar a los Madriles. Mientras tanto, se obsesionaba por rodearse del glamour del Festival de Cine de Málaga. No fue en vana su empresa en territorio malacitano, donde vestido con una hipotética ideología de izquierdas, jugueteó con los miembros de IU de la Diputación, obteniendo premios, galardones y dinero para la publicación de su primer libro de formas poco ortodoxas. De hecho, se sirvió del chantaje y la difamación para mantener bien alta su reputación e intentar hundir la de otros. Uno de los que la padeció fue el señor que escribe estas líneas.
Una vez llenado el hartazgo con respecto a Málaga, nuestro protagonista había conseguido todo lo que necesitaba de nuestra ciudad. La (supuesta) influencia de León Gross, sendas tribunas periodísticas en Málaga Hoy, La Opinión y Sur. Con ello, Nieto emigró a Madrid, donde cambió la chaqueta comunista por el intelectualismo ibérico de Umbral y otros grandes de los medios más cercanos a la derecha. Desde allí, se hace miembro de la fundación umbralista, frecuenta el Café Gijón ya que una personalidad de su calidad moral e intelectual no podía estar fuera del circuito de cafés literarios; y dice ser un supuesto heredero de la «generación del botellón». ¿Una generación? ¿ideología y moral firmes y loables de un autor? ¿un auto… qué? Disculpen mis intelectuales, pero la socialización y la búsqueda individual del poder es lo que envuelve muchas veces a esa torre de marfil que es el mundo literario español, donde personas como nuestro amigo, Jesús Nieto Jurado, palidece de una peste megalómana grave a la que nada le importa su sociedad, su país, su mundo, sus ideas. Sólo importa el Io, el Yo o Ego como ustedes le quieran llamar y este hombre sólo sirve a su nombre. Por si alguien tenía dudas sobre la calidad moral e intelectual de Nieto. Sus días de mendicidad entre mendrugo y mendrugo en el Café Gijón están a la orden del día. Ese es su compromiso.
Collado contribuye a ‘La democracia del siglo XXI’ de Cotarelo y Olmeda
La aldea global y las redes ha cambiado profundamente el orden político de las últimas décadas. A partir de esta reflexión, el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC) ha publicado recientemente La democracia del siglo XXI: política, medios de comunicación, internet y redes sociales de Ramón Cotarelo y José Antonio Olmeda, donde se recogen distintos trabajos y análisis sobre las transformaciones tecnológicas y sus efectos en las democracias. Por lo que, esta nueva democracia asienta un concepto cualitativamente diferente a lo que se ha conocido hasta el momento. Entre los autores que participan en esta obra, Francisco Collado publica un análisis de la comunicación impersonal y de carácter participativo del 15M, bajo el título «La autonomía y la horizontalidad de la comunicación política del 15M durante el 12 de mayo de 2012». En este trabajo se analiza el diseño, la función y el carácter de distintos soportes de la comunicación empleada por el movimiento indignado en su convocatoria a la ciudadanía.
Para más información, se puede consultar: http://www.cepc.gob.es/publicaciones/libros/colecciones?IDP=2543
Ébola (I): Gestión y comunicación de la crisis «for dummies»
Ébola. Es el nombre de la crisis sanitaria que está afectando actualmente a España, desde el momento en que se conocía el caso de Teresa Romero, la enfermera contagiada por esta enfermedad. Los errores que ha cometido el Gobierno de Rajoy en primera instancia y la cartera de salud autonómica de Madrid en segunda, bien valdrían para confeccionar dos importantes obras «Comunicación en crisis para tontos» (for dummies)» y «Aprenda a escuchar a su médico para tontos». ¿Y por qué? Porque es tal la cantidad de errores y fallos cometidos que bien valdrían la dimisión no ya de Ana Mato, sino de los autonómicos nacional y madrileño y la convocatoria de elecciones nacionales.
En lo que respecta a la gestión del ébola los fallos han sido los siguientes. En primer lugar, España carece de infraestructuras sanitarias para atender enfermos de ébola. Aún así, Rajoy en un alarde de españolismo y con la intención de recuperar los votos entre el sector católico, asumió la decisión de traer al misionero a España. Segundo, una vez tomada la decisión, se descartó la posibilidad de recurrir a los recursos humanos y de conocimiento que dispone el Ejército, con una mayor capacidad para hacer frente a esta enfermedad que tan sólo una minoría de médicos del sistema sanitario conoce o ha estudiado. Se empleó a personal humano con trajes y medidas sanitarias que no eran lo suficientemente aptas para atender al enfermo y finalmente, la falta de responsabilidad ha pasado factura contagiando a una enfermera. Con la consiguiente consecuencia de poner en marcha una actuación a nivel estatal que afecta a distintos hospitales y centros de salud para evitar los riesgos de contagio.
En cuanto a la política de comunicación, el consejero del ramo, Francisco Javier Rodríguez, junto a la Ministra de Salud, Ana Mato, han iniciado una campaña de descalificación contra la misma enfermera contagiada. Esta campaña negativa, en términos de comunicación institucional, tiene como objetivo ocultar los mencionados errores políticos y volcar la responsabilidad en Romero. No ha tardado mucho en responder Moncloa con la convocatoria de un comité especial para retirar a Mato de la pantalla. Una señora que los días posteriores al escándalo, se fue con su grupo de asesores a la playa de Cádiz. Esto ilustra con creces para cualquier desconocedor de la comunicación política e incluso para los «dummies», lo que no se debe hacer.
En definitiva, esperemos que esta crisis sanitaria se solucione cuanto antes y posteriormente se realicen las dimisiones pertinentes. Ya que, de ese gobierno de tecnócratas del que alardeaban algunos cuando Rajoy creó su ejecutivo, sólo queda la altivez y la inoperancia de unos ministros estúpidos. Muchos han criticado si la vida de un animal vale más que la de un ser humano. Y es que, recordando lo que dijo Pérez Reverte, la vida de un perro vale más que la de algunas personas. Personas como las que nos gobiernan.
Las mentiras de Iglesias
La nueva forma de hacer la política. Esa que se ha puesto de marcha con Podemos, parece que no tiene nada de nuevo y que todo huele a viejo. Apenas hace unos días que el ex Ministro de Agricultura y actual parlamentario europeo, el señor Cañete, nos sorprendía con una serie de datos económicos que había ocultado ante la institución del Parlamento Europeo. Un poco más tarde, Pablo Iglesias, ocultaba sus distintas retribuciones como colaborador de televisión y politólogo que asesoró a distintos gobierno latinoamericanos. Miren ustedes por donde, se ha vuelto a repetir lo que ya conocemos.
Es difícil, lo decía Weber, mantener un equilibrio entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad, o entre las ideas políticas y la lógica científica. Iglesias, que es politólogo como el arribafirmante, debería saberlo y más siendo miembro del ámbito académico. Como docto en la materia, debe reconocer que la ley de la oligarquía de hierro de Michels, siempre se cumple y que una tiranía invisible -promovida por una minoría- con todas sus nefastas consecuencias se acaba imponiendo en cualquier partido político. Esta es una ley de la Ciencia Política a la que nadie puede escapar como nadie puede liberarse de la fuerza de la gravedad. Por eso, la “nueva política” huele a “vieja política”, a casta o como él quiera llamarlo. Sin embargo, afirmar eso a los desesperados y las desesperadas que le votan es algo muy duro para estas personas y muy dañiño para el crecimiento de su clientela electoral.
No se puede utilizar la cátedra para exponer tus convicciones políticas, traicionando la lógica de la responsabilidad para con la ciencia humana. Dicho de otra forma, Iglesias, Monedero y Errejón han cometido ese error que cometen otros tantos docentes de Ciencias Sociales que es usar el pulpito universitario como una tribuna política. El mismo discurso de sus ideas políticas está presente en sus artículos científicos y en sus columnas, en sus clases en la Complutense y en su asistencia a las tertulias de televisión. Un politólogo vomitando sobre su propia creación. Eso es la cúpula de Podemos.
Las verdaderas razones de la dimisión de Gallardón
El que hace unos años fuera el líder de los “liberales” del Partido Popular y hasta hace una semana, Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, ha dimitido debido al fracaso de la ley anti-aborto. Sin embargo, en un esfuerzo de sensatez y en términos de real-politik, no era necesario decapitarlo. Por un lado, porque la retirada del proyecto de ley podría haberse hecho a través de un ligero aviso a través de los boletines oficiales y de los medios de comunicación. Por otro lado, aborto ha habido y habrá siempre. La aprobación de esta ley no iba a contentar los deseos de los ultra-católicos de imponer sus creencias y dogmas al resto de los mortales. Lo único que iba a hacer esta ley era disminuir derecho y penalizar algo que a día de hoy es un derecho de las mujeres (y de los hombres).
Hay factores más políticos que han jugado en contra de Gallardón. Pese a lo que se pueda imaginar, el auténtico motivo ha sido la postura del Ministerio de Justicia ante la consulta catalana. Al parecer, el Gobierno Central o Rajoy, como ustedes lo quieren llamar, había dado instrucciones a Justicia para anular la autonomía de Cataluña en caso de que prosperase el referéndum sececionista. En dicho caso, las competencias correspondientes de las consejerías habrían pasado a manos de los demás ministerios que se encargarían de gestionarlas. Un hecho inédito en la historia del Estado de las autonomías, en el que por primera vez, una de las comunidades perdería su estatus como tal, quedando en manos de Madrid. Todo ello, con las implicaciones políticas e históricas que tendría dicha actuación. Algo a lo que Gallardón se había negado.
Una segunda razón, es que el ex Ministro de Justicia estaba dispuesto a llegar hasta el final en el caso Urdangarín, llegando a alcanzar a la infanta, que por cierto está bastante pringada y tiene mucha más mierda de la que se puede usted imaginar. A lo que Rajoy había dispuesto, que sólo se tocaría a su consorte y se dejaría intacta a Cristina, acallando los planteamientos del responsable ministerial.
Ante estas conflictivas divergencias, sólo ha hecho falta esperar al momento adecuado, como la retirada de la ley del aborto, para eliminar de un plumazo a Gallardón y matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, evitar la sangría de votos del centro-derecha y acabar con un adversario político. La carrera política del ex Ministro, alcalde de Madrid y discípulo de Fraga queda finiquitada por la contundencia de Rajoy. No se olvide que este Gobierno es el único que ha conseguido dinamitar al incombustible Pedro J. Ramírez y a Gallardón. Rajoy es un completo inútil para la gestión de una nación, pero un hábil “hommus politicus” dispuesto a acabar con cualquier peligro potencial que no baile a su son. Esta es la democracia que ofrece el líder popular.