Mes: noviembre 2015
Collado participa en el Coloquio «Poder, carisma y reputación: de la antigua Roma al 20D»
Un seminario organizado por las profesoras Rosario Moreno, del Departamento de Filología y Traducción, y Cristina Rosillo, perteneciente al Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica, ha reunido a distintos docentes de la Universidad Pablo de Olavide para analizar el papel de los gobernantes y del poder a lo largo de la Historia. En este evento, Francisco Collado ha expuesto los diferentes enfoques que analizan el liderazgo político desde las Ciencias Sociales en una ponencia titulada «Introducción al liderazgo político a través de los líderes históricos» ante alumnos de distintas titulaciones del centro. Asimismo, José Francisco Jiménez Díaz, ha continuado dicha jornada con «Crisis de confianza política en España: viejos y nuevos liderazgos» donde se ha profundizado en la importancia de la reputación de los gobernantes españoles y su valoración por parte de la ciudadanía.
Este coloquio se trata del segundo de una serie de encuentros anuales denominado “Perspectivas: Seminario Permanente de Intercambio de Ideas”, que tiene como fin el intercambio de ideas y el estudio de conceptos desde un punto de vista multidisciplinar. Este foro anual analiza de esta manera fenómenos de interés o actualidad desde perspectivas diferentes, buscando que el pasado ilumine el presente y viceversa en una tarea de comprender mejor el mundo y la Historia.
En el siguiente se puede ver el programa de esta segunda edición: http://www.upo.es/export/portal/com/bin/portal/fhum/noticias/II_edicion_Perspectivas_Seminario_Permanente_Intercambio_Ideas/1448005154473_perspectivas_ii_poderx_carisma_y_reputacixn.pdf
No todo es venganza, también protagonismo
Las declaraciones de Pablo Iglesias ante su rechazo para sumarse al pacto antiyihadista apoyado por PP, PSOE y C’s ha causado furor en las redes. Desde su tribuna ha sostenido que esta postura representa un alegato de la venganza. Mientras que ha propuesto una serie de medidas para acabar con la guerra en Oriente Medio. Entre ellas, el cese de la venta de armas de las potencias occidentales a las partes implicadas que es un hecho objetivo. Por desgracia, esta apuesta en solitario ha quedado en papel mojado cuando unas horas después se ha escuchado a su jefa de prensa calificar como “fachas” a los franceses que cantaban “La Marsellesa” en la embajada gala ante España.
El discurso de Podemos es un intento de encauzar una canción independiente, pero que termina desentonando entre los partidos del “régimen del 78”. A la par que se hace un guiño a formaciones como Bildu para la conformación de gobiernos locales. Un auténtico juego de malabarista para tener una posición política lo suficientemente acaparadora como se presume de un partido atrápalo-todo, pero lo suficientemente hipster como para no ser una marca blanca de la socialdemocracia española. Difícil juego. No obstante, Iglesias habría tenido la opción de sumarse al pacto antiyihadista y proponer enmiendas o modificaciones al mismo como uno de los partidos participantes.
La cuestión de fondo es que el pacto antiyihadista fue propuesto por los populares, es decir, fueron los conservadores quienes pusieron el tema sobre la agenda hace unos meses. Por su parte, el líder de Podemos ha intentado echar un pulso, siendo el quien ostentase el control de la agenda y estableciendo en qué parámetros se debía tratar el tema del terrorismo islámico. Lo que obviamente le ha dejado en una posición minoritaria. Pese a ello, Iglesias no tiene porque preocuparse ya que existen antecedentes de partidos que no apoyaron pactos claves consensuados por una amplia mayoría y que después se han convertido en partidos de masas. Recuerden al Fraga de Alianza Popular que decidió no firmar la Constitución de 1978 debido a discrepancias con temas como el divorcio y la libertad de prensa.
Collado divulga la investigación en liderazgo entre estudiantes de bachillerato
La Universidad Pablo de Olavide ha celebrado recientemente «Café con ciencia», un evento donde docentes del centro han acercado su trabajo a distintos estudiantes de bachillerato de Sevilla. En esta actividad, que tuvo lugar el 3 y 4 de noviembre dentro de la Semana de la Ciencia, Francisco Collado presentó la charla «¿Los líderes nacen o se hacen?» ante alumnos de Academia Preuniversitaria. Los jóvenes pudieron conocer las distintas formas de analizar el liderazgo y presentó personajes históricos para ilustrar estos ejemplos desde Winston Churchill hasta Indira Gandhi, entre otros.
Esta actividad organizada por la Consejería de Economía y Conocimiento y la Fundación Descubre, en colaboración con la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) tiene como objetivo acercar la figura de docentes universitarios a la sociedad y el desarrollo de la vocación investigadora entre los estudiantes de educación secundaria.
Creer en la disgustosa realidad
El Centro de Investigaciones Sociológicas ha publicado su encuesta política esta semana. En ella sigue apareciendo el Partido Popular como opción más votada con un 29%, seguido de PSOE con un 25,3% y de Ciudadanos con un 14%. Mientras, el voto de Podemos sigue cayendo en picado. La cuestión es que este cuestionario sigue sin convencer, y obviamente, sin gustar a esos dos tercios de la sociedad española que van a votar a otro partido distinto a los populares. Y es que, es legítimo que esta predicción disguste a gran parte de la sociedad que es mayoritaria, es decir, no es que el PP sea la opción más votada, sino que es mayor la cantidad de electores que van a negar el apoyo a Rajoy.
Ahora bien, es indudable el carácter técnico de una encuesta, máxime cuando es realizada en una institución como la anterior. Generalmente, la intención directa de voto, el recuerdo de voto, la simpatía y la autoubicación ideológica suelen ser las variables a partir de la cuales se realizan las estimaciones. No obstante, se puede aventurar una medida que muchas veces ha acertado resultados electorales, pero que no ha sido desarrollado por los profesionales. Esa variable es la creencia individual sobre la victoria electoral.
Siguiendo esta lógica, una pregunta que se puede incorporar en futuras encuestas debería ser la siguiente: “Y usted, ¿quién cree que puede ganar las elecciones generales?”, o “¿quién cree que ganaría las elecciones si mañana se celebrasen uno comicios?” Esta medida acierta de lleno en que a las personas les fastidian los resultados negativos para aquellos partido por los que sienten simpatía o de quién esperan una victoria, pero otra cosa son la estimación subjetiva que cada uno realiza sobre el pronóstico electoral.