investigacion
Doñana arde
El primo (o el hermano) de Rajoy, aquel que era (o es) profesor de Física en la Universidad de Sevilla, ya dijo que lo del cambio climático era una moda. Un concepto que se habían inventado algunos ecologistas para sacar tajada vía subvenciones. Quizá este señor ahora se esté cagando en sus propias palabras, una década después. Sobre todo al comprobar que los incendios no son un hecho aislado de Galicia Y es que, han consumido una buena parte de Portugal hasta hace cuatro días con 40.000 hectáreas, 64 muertos y más de 200 heridos. Y hoy, hay otro activo en uno de los pulmones de Europa, Doñana.
Lo que sí parece que se ha preocupado Rajoy es de la normativa de recalificaciones. Disculpen si algunos no son entendidos en el tema. Parece ser que la nueva Ley de Montes permite recalificar el uso de los suelos verdes que han sido afectados por un incendio para proyectos de «utilidad pública». De acuerdo. A eso se añade que Gas Natural tenía planteado hacer un gaseoducto para extraer gas del subsuelo en la misma zona donde se desarrolla el incendio. He aquí la cruel broma del destino.
Y es que el destino o la casualidad pocas veces supera a la causalidad. Ya dijo Guillermo de Ockham que la hipótesis más simple es la más probable. Los linces no entienden de gas, ni de humanos, ni de maldad. Por eso, sería adecuado no ya en un sentido moralizante, sino legalmente punible y políticamente castigable iniciar una investigación en torno a estos hechos, sobre todo en torno a Fenosa y los políticos que aprobaron la reforma en la susodicha normativa forestal.
Eres lo que escribes
La palabra es el camino por el que se expresa el pensamiento, pero no toda palabra es vía única de las ideas. Aquello que se descubre, que se aprende y se transmite también pueden ser contenidos empíricos. Hechos que han ocurrido u ocurrieron, o quizás conocimiento. Lo cierto es que el qué escribimos, cómo lo escribimos y con qué estilo definen quiénes somos. Al contrario, no pretende ser esta columna una reflexión metalingüística sobre el sexo de los ángeles, sino poner sobre la mesa las implicaciones que existen cuando cualquier persona, ya sea un periodista, un profesor o un escritor, ponen algo por escrito.
La palabra escrita reviste de solemnidad, más aún que su expresión oral. De ahí, que los silencios sean aún más oportunos que en una conversación entre personas. Las ideas que dejamos a un lado, los datos que queremos transmitir y qué espacio -en un sentido cuantitativo- empleamos nos identifican como los actores que somos en una interacción social. Y no hay mayor actuación que cuando surge la oportunidad de transmitir algo realmente crucial a la audiencia.
Cuando existe un dato realmente rupturista todo queda en silencio por temor. Pequeñas notas a pie de páginas como si fuesen las cláusulas secretas de una póliza de seguro que intentan decir algo bajo la severa mirada de los poderes establecidos. Es ahí, donde el escribiente que realmente tiene algo que decir, dice quién es y más aún quien será. Aunque vivamos en una democracia, la censura fáctica no deja de estar al servicio del status quo y escribir lo que se sabe es un lujo.
Collado participa en el Coloquio «Poder, carisma y reputación: de la antigua Roma al 20D»
Un seminario organizado por las profesoras Rosario Moreno, del Departamento de Filología y Traducción, y Cristina Rosillo, perteneciente al Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica, ha reunido a distintos docentes de la Universidad Pablo de Olavide para analizar el papel de los gobernantes y del poder a lo largo de la Historia. En este evento, Francisco Collado ha expuesto los diferentes enfoques que analizan el liderazgo político desde las Ciencias Sociales en una ponencia titulada «Introducción al liderazgo político a través de los líderes históricos» ante alumnos de distintas titulaciones del centro. Asimismo, José Francisco Jiménez Díaz, ha continuado dicha jornada con «Crisis de confianza política en España: viejos y nuevos liderazgos» donde se ha profundizado en la importancia de la reputación de los gobernantes españoles y su valoración por parte de la ciudadanía.
Este coloquio se trata del segundo de una serie de encuentros anuales denominado “Perspectivas: Seminario Permanente de Intercambio de Ideas”, que tiene como fin el intercambio de ideas y el estudio de conceptos desde un punto de vista multidisciplinar. Este foro anual analiza de esta manera fenómenos de interés o actualidad desde perspectivas diferentes, buscando que el pasado ilumine el presente y viceversa en una tarea de comprender mejor el mundo y la Historia.
En el siguiente se puede ver el programa de esta segunda edición: http://www.upo.es/export/portal/com/bin/portal/fhum/noticias/II_edicion_Perspectivas_Seminario_Permanente_Intercambio_Ideas/1448005154473_perspectivas_ii_poderx_carisma_y_reputacixn.pdf
Calidad en la academia
La presente podría ser el inicio de una reflexión sobre los cambios políticos que se están sucediendo. No obstante, la prontitud de los hechos muchas veces lleva a opinar con la fugacidad que caracteriza a los periodistas. En cambio y ante el presente fin el curso, es oportuno reflexionar sobre la obsesión de «calidad» en la docencia y la investigación que se está insertando recientemente en España. Desde el Gobierno de Rajoy, se han recortado ayudas a la investigación, se han reducido recursos a las universidades y se han aumentado las exigencias al personal investigador, inclusive el personal en formación.
La universidad y las universidades españolas, entre ellas las más antiguas especialmente, están repletas de senectudes con escasos méritos y poco preocupados por la enseñanza. De hecho, muchos estudiantes saben el nombre de catedráticos que llevan sin actualizar sus apuntes más de una década. Esto permite que los apuntes que el arribafirmante usase en sus estudios de Periodismo allá por 2003 y 2004 sean válidos aún a fechas de hoy para aprobar las asignaturas. En concreto, me refiero al caso de algunos catedráticos y profesores titulares que nada más acabar la tesis y en menos de una década se hicieron con dicha plaza, pasando a ser funcionarios. Por lo que, con menos de cuarenta años ya estaba solucionado y su preocupación presente pasa más por la influencia o la política académica que por la calidad de sus producciones científicas y sus clases.
Por otro lado, la nueva generación de investigadores y docentes desde su etapa predoctoral y anterior incluso al doctorado se les exige «calidad»: artículos de impacto, congresos internacionales, renombre internacional, pertenencia a comités internacionales, etc. Una calidad que no se exigió ni en su vejez ni en su juventud a los despreocupados de los que hemos hablado anteriormente. Y es que ciertamente, para que un joven académico que aún no roza la treintena es difícil reunir esos méritos, que en la mayoría de las ocasiones requieren de una dosis combinada de influencia, poder y recursos económicos. Algo que queda fuera del alcance de una persona que aún no se ha matriculado ni siquiera en el curso de doctorado. A ello, hay que añadir que han aumentado otras exigencias como el tiempo de finalización del doctorado, reduciendo el tiempo de reflexión a veces necesario.
El sistema de carrera académica español, con una oscura similitud con el italiano, espera que después de décadas de ineficacia, la nueva hornada acometa con los cambios que sus mayores no realizaron. Y es que, lo más irónico del asunto es que entre los comités científicos que evalúan dicha «calidad» se encuentran algunas de estas senectudes despreocupadas. Afortunadamente, una de las pocas luces que brilla en este túnel del cambio es la presencia de honrados catedráticos y profesores titulares que sí están realmente comprometidos con su traajo.
Sin embargo, una cuestión fundamental sería redefinir el concepto de «calidad» y las necesidades económicas y técnicas que requiere realmente esa meta, porque si la calidad no se paga se pierde, como está sucediendo con muchos investigadores que abandonan el país para encontrar destinos mejores. Por ejemplo, el reciente caso de una doctoranda de la Universidad de Jaén, Leticia Díaz, que ha trabajado sobre los genes que influyen en el autismo sin asignación presupuestaria durante un año y debido a los recortes económicos en su proyecto. Finalmente, la Universidad de Harvard ha decidido contratarla durante varios años. Mientras tanto, Wert o Rajoy o el espíritu de Aznar aspiran a que la calidad sea una meta imposible en España, pero posible para los investigadores españoles en el extranjero.
Collado publica una monografía sobre la colaboración de la élite local durante la Transición
Bajo el título Colaboración y oposición: la negociación de la élite local en la Transición, se presenta una monografía que aborda cuatro casos de estudios sobre distintas fórmulas de coordinación que tuvieron lugar entre los grupos municipales de las primeras corporaciones democráticas españolas. Las corporaciones de Cáceres, Ciudad Real, Málaga y Sevilla ilustran ejemplos interesantes para el análisis político, en los que se ofrecían alternativas a la tradicional dinámica de gobierno-oposición que se produce actualmente. Asimismo, se observa como el tipo de colaboración que tuvo lugar en el ámbito nacional de la Transición, también se reprodujo de manera análoga en el contexto local.
Esta obra ha sido auto-editada en formato bolsillo por el autor a través de Amazon, permitiendo su difusión entre el público interesado. Para más información se puede acceder al siguiente enlace: