20N
El reclutamiento de los diputados malagueños del 20N
Gallagher y Marsh señalan que la selección de los candidatos varía en un eje que va desde la elección por parte de los militantes hasta la efectuada por un único líder. En el caso de la circunscripción de Málaga, se situaría más cercano a este último eje, siendo el órgano ejecutivo central el responsable de priorizar a los candidatos, sino el que obtenga representación auténtica entre sus propuestas. Así, los comités locales y los afiliados tendrían una intervención testimonial y respondiendo más bien a las directrices del central para el PP y PSOE.
¿Por qué no se produce una respuesta por parte de los militantes ante su escasa intervención en el proceso de elaboración de listas y la priorización de sus candidatos? Posiblemente, la cultura política existente entre los individuos ayude a explicar que esta reacción no se produzca por parte de los afiliados de ninguno de los partidos comentados. Y que como característica común de sus preferencias esté la aceptación de cierto grado de desacuerdo con respecto a las directrices que emanan de las élites ejecutivas del partido. Así, se aceptan las premisas de la nueva competición electoral que introducen los “cartel-party” que se convierten más en actores políticos adosados a las instituciones, que en auténticos representantes de una ciudadanía con la cual se han divorciado.
Por lo que respecta a los órganos centrales de los partidos analizados, la competencia de las campañas electorales ha llevado a la discreción de la dirección del partido en su intervención en la cocina de las listas electorales. Esto demuestra que sólo mediante análisis politológicos pueda verse la auténtica influencia de los órganos jerárquicos de los partidos.
La soledad de Rubalcaba
El grupo de sujetos que han copado los ministerios en estos últimos años carecen de calidad profesional. Y si también me permiten decirlo, les falta humanidad. Parece ser que lo social no implica necesariamente lo humanitario. En la pasada jornada electoral, un líder socialista comparecía con franqueza frente a las cámaras y los militantes. Aunque allí, no se veía a ninguno de los otros responsables de la debacle socialista. No estaban Zapatero, ni Chacón, ni Pepiño, ni Trini, ni ningún otro petimetre del corral de chanzas.
Los resquicios del socialismo huyen a través de dos vías. Unos hacen las maletas para una holgada vida de pensionista como José Luis. Y otros sacan la guadaña, simil hoz de cosechadores de cabelleras, para luchar por lo poco que queda en esta fuerza política. La política de valores socialistas es una política de personas, de grupos. Y eso es lo que surge ahora en el PSOE. Un gallinero que no hará una oposición en condiciones hasta que se aclaren en quién lleva la batuta. Y para esto, suelen tardar, si no una, dos legislaturas.
El centro-izquierda ha perdido decisivamente estas elecciones, pero más aún ha perdido al hombre fuerte del Gobierno Zapatero. El que tanto había conseguido entre tantos inútiles, caía herido por la falta de firmeza de sus seguidores. En términos politológicos, se había consumado la estrategia de quemar al líder y generar una nueva hornada de socialistas. Pero me gusta más aún una frase de la película de Disney ‘El rey león’, donde el villano dice esa frase de “estoy rodeado de idiotas”. De eso, estaba rodeado Rubalcaba que no por llevar unos colores u otros, deja de ser un hombre fuerte de la política.
La lucha por el liderazgo en el PSOE
Mujer y catalana. Madre y Ministra de Defensa. Carmen Chacón ha alzado la cabeza en un mar de borregos. Cuando la manada sigue a Rubalcaba y asiste hasta sus últimas horas antes de las elecciones generales, la política socialista que goza de una mejor valoración por los barómetros ha lanzado su propio grito de guerra. Y es que, el socialismo cansado de ser producto de los vaivenes de pusilánimes también tiene sus propias vacunas.
Hace unos años, cuando se hablaba del sucesor de Zapatero muchas personas apuntaban hacia Blanco y Rubalcaba. Algunas hipótesis, como la sostenida por el arribafirmante, señalaban hacia la titular de la cabeza de Defensa. Su imagen disfrutaba de buena valoración, gozaba de formación y mantiene una reputación tanto entre los militantes socialistas como entre la ciudadanía. Todo ello apuntaba a ella como la mejor oferta política que podía ofrecer un PSOE barrido por la guillotina de Zapatero.
No obstante, la razón no siempre impera en las decisiones políticas, más bien escasea. Por ello, la cúpula socialista ha preferido revalorizar al antiguo dinosaurio de Rubalcaba con el riesgo de quemarlo en la oposición durante cuatro años. Un momento para el particular calvario de socialistas en la búsqueda de una cabeza firme y visible que guíe sus pasos. Aquí es, donde el conflicto entre Chacón y Rubalcaba abrirá la caja de Pandora para una posible regeneración del partido.
El debate: las creencias de Rubalcaba
El debate entre Rajoy y Rubalcaba ha dejado muchas incertidumbres. Dudas sobre lo qué pasará según gane uno u otro. Ambigüedad sobre los conceptos del programa del Partido Popular. Aunque, lo que está claro es que los socialistas en tiempos de pérdida de liderazgo vuelven a la carga con el “miedo a la derecha”. La R de Rubalcaba se convierte en una sigla de Rottweiler. Surge la duda de si el temor al programa popular será mayor que el descrédito ante el liderazgo de la élite política en general, y de Zapatero en particular, como motivo de voto.
El candidato socialista ha hecho una defensa en su credo de los infiernos de la derecha. Y esa misma creencia, era la que se ha dado a su antecesor que nos llevó a la crisis política. Todo ello, ocultando las cifras de paro que asomaban como punta del iceberg. Y ésta, es la pluscuamperfecta oferta de futuro que González defendía en el mitin de Dos Hermanas. Lo que es innegable es que recortes habrá y la cuestión pasa por saber cuáles serán las carteras que sufrirán el tijeretazo.
La economía en España debe pasar por dos trayectorias. La primera es cambiar el sistema productivo tan vinculado al ladrillo que es un motivo estructural de crisis financiera y laboral. La segunda reactivar el trabajador autónomo que tan denostado está por leyes e impuestos. Pues es ahí, donde se puede sacar un auténtico filón de empleo y riqueza a largo plazo.
En definitiva, la victoria del debate descansa en manos de Rajoy. Unas manos algo resbaladizas que han tenido la suerte de enfrentarse a un Rubalcaba desgastado. Un cansancio que aún deja marca de viejos Suresnes y que debe dar paso a una generación de nuevos socialistas. Un tránsito por el desierto de la oposición que les hará reflexionar sobre la labor política de su último líder.
Sobre el adelanto electoral
La propuesta de un anticipo de los comicios por parte de la oposición representa un indicio del panorama de la competencia electoral. Los populares han descubierto los posibles efectos que puede plantear el recorte de puntos en la valoración de líderes y la intención de voto que ha mostrado el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas. Y es que, difícil lo puede tener Rajoy, aunque siga apareciendo como el futurible vencedor.
Para ello, los socialistas han encomendado una parte de su campaña a humanizar la figura de Rubalcaba. Todo ello, mientras éste y el pre-jubilado Zapatero se ensarzan por el control de la agenda política. Poner las fechas y marcar los ritmos es uno de los grandes poderes de cualquier político y aquí es donde se juegan un recorte de puntos. Entre que uno garantiza la dignidad de su salida y el otro se prepara para unas elecciones otoñales.
El aspecto decisivo que si marcará la campaña es el reducido espacio de maniobras para el mensaje político. Pues, los ciudadanos una vez reincorporados a la vida corriente, a partir de mediados de septiembre, tendrán algo menos de un mes para recuperarse del síndrome postvacacional y elegir la dirección de su voto. Obviamente, los socialistas han aprovechado más que la niebla, la bruma marina de unas vacaciones donde sigue la borrachera de los mercados del arco mediterráneo. Algo que finalmente, ha roto con todos sus pronósticos.