RTVA
Canal 2 Andalucía, especie en vía de extinción
Los recortes han llegado a la Radio Televisión Andaluza. El ejecutivo autonómico cerrará la segunda cadena andaluza por falta de presupuesto. La que fuera la mejor cadena de televisión se pierde por falta de fondos. Sin embargo, no se preocupen ustedes porque podremos seguir disfrutando de las bobaliconadas de Canal Sur, tales como el desfile de carnaza para ancianos, los niños convertidos en bufones y el guirigay de coplas, boleros y España franquista.
Pese a todo, lo que se pueda achacar a las cadenas públicas, que siempre siguen y seguirán siendo un instrumento político a manos del gobierno de turno. En mayor o menor medida, de forma más directa o descarada, Canal 2 Andalucía no merece la muerte que Griñán va a ejecutar sobre la misma. Ha sido más de una década de una programación rica y diversificada para todos los públicos, con programas educativos, documentales y contenidos de divulgación.
Sin embargo, en nuestra tierra andaluza, todavía gusta, o se sigue apostando por esa tradición del flamenco, los toros y la canción española. Algo a lo que el arribafirmante no se opone, pero que servido sin más acompañantes presenta una imagen simplificada y distorsionada de la realidad social y cultural de Andalucía. Por ello, merece la pena levantar esa bandera andaluza que pocas veces se alza y recordar, con el cierre de la citada cadena, que los andaluces somos mucho más que la bazofia que ofrecen en Canal Sur Televisión.
El dúo dinámico: Griñán y Valderas
Los candidatos a las elecciones andaluzas, disculpen, algunos han tenido la buena costumbre democrática de participar en el debate televisado. Un ritual que viene siendo símbolo de una cultura política coherente y saludable. Aunque, antes bien habría que observar si el dúo entre Griñán y Valderas corresponde con las fuerzas que compiten por la Presidencia de la Junta de Andalucía.
Muchos partidos, especialmente los que carecen de representación política, se quejan de la poca visibilidad que tienen en los medios de comunicación. Y en parte razón no les falta, pero entonces llegamos a la pregunta sobre cuáles son los partidos que deben ser llamados a un debate. La tradición electoral norteamericana impuso como tendencia la confrontación entre los dos principales partidos, pero esto sólo tiene sentido en un sistema bipartidista como el del otro lado del Atlántico.
Dice Sartori que aquellos partidos con poder real, es decir, los que ostentan o pueden lograr una representación efectiva son los que deben ser analizados. Por tanto, bien estaría que en el debate se hubiese contado con la presencia de UPyD y PA, a los cuales se les ha hecho un vacío mediático. Y mejor no hablar, del desplante del valiente Javier Arenas, temeroso de ser acorralado en el gallinero de Canal Sur.
Asimismo, reza en el estatuto de RTVA que los medios autonómicos serán un fiel reflejo de las distintas sensibilidades y la diversidad de la comunidad. Parecer ser que, los directores de la empresa pública sólo han tenido en cuenta a los dos grandes, amén del tercero que está ahora en alza. Por lo que, ni la censura de PA y UPyD, ni la espantada de los populares hacen honor a esa pluralidad política que bien debiera haberse esperado del mencionado debate. Por lo que, el debate ha dejado más por los suelos aún la pésima imagen de la que ya disfruta esta nuestra televisión autonómica.