Corrupción política y renovación en el gobierno local
Las cabeceras se llenan estos días de candidatos políticos imputados en cualquier suerte de procedimiento judicial. Malversación de fondos, tráfico de influencias, falsificación documental, desvaríos urbanísticos y una larga lista se unen a las medallas de la clase política. Unos dicen que son menos corruptos que otros, pero un análisis a grandes rasgos nos lleva a que la podredumbre está presente en el mismo porcentaje en todos los partidos políticos con representantes en las corporaciones locales.
La coherencia y las manos limpias deberían ser la meta de los políticos. No obstante, el poder termina por corromper a los que se someten por mucho tiempo a su contacto. Así, indica Sartori que aquellos grupos políticos que se perpetúan por más de dos mandatos en el poder, se adentran en los riesgos de la corrupción y el divorcio entre ayuntamiento y sociedad. Por eso, es fundamental la búsqueda de alternativas a la aparición de estos riesgos.
Podemos pensar que la sociedad es culpable de elegir siempre a los mismos corruptos. Pues, son los votantes quienes mantienen a un partido político por más de dos mandatos en un consistorio. Pese a ello, ésta es una regla de la democracia y ya sea un acierto o fracaso moral, es la ciudadanía quien ha elegido al político. Por ello, la solución a los riesgos que entraña la presencia dominante de un partido pasa por la renovación, es decir, la actualización del equipo que mantiene en un gobierno local. De forma que, la corrupción suele estar más presente en aquellos lugares donde no se ha producido una renovación de las élites.
El problema radica cuando también hay que actualizar al líder. De hecho, es un precio elevado el que se paga al cambiar la cara de un alcalde que ya han asumido sus conciudadanos. Por eso, un cambio de este tipo implica la diferencia entre la pérdida de apoyo electoral y su mantenimiento, o entre, su próxima victoria o derrota electoral. Esto nos lleva a que la política local más que partidista, es personal y de grupos, de equipos de personas y capacidad de sinergia.
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