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Discursos de carné en boca

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ANA_BOTELLA_MADRID2020El discurso de Ana Botella en la elección de la ciudad que acogería los Juegos Olímpicos de 2020 se ha convertido en un viral en la red. No han faltado pistas de música electrónica, fotomontajes y encendidos comentarios burlándose de la “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”. No le faltan motivos a la multitud de españoles que estas palabras le han arrancado miles de risas y sonrisas en estos días.

Lo que sí es decepcionante es saber el precio qué ha costado ese discurso en “spanglish” que tan bien podría haber escrito cualquier vecino de la Línea de la Concepción. Una cifra de dos millones de euros es la inversión que se ha destinado para el asesor de esta señora. Y es que en el espacio público, el discurso es fundamental porque asienta un marco, es decir, una forma de entender la realidad y de establecer valores frente a la audiencia. Por su parte, el discurso de Botella carecía de cualquier marco, cuyo único interés era transmitir una imagen de simpatía y calidez.

Tampoco ayudaron los coloretes de la señora Botella. La primera edil, entrada prácticamente en la senectud con sus 59 años de edad, no está para estas tonterías. Un rostro femenino, con los pómulos arrugados y la piel tersa no merece ser degradado a la imagen de madurita disfrazada de colegiala propia de cualquier película porno cutre. Más bien, habría sido más adecuado y modesto haber perfeccionado esos rasgos para transmitir seriedad y sensatez.

En España, disponemos de buenas empresas de comunicación, de expertos en oratoria y de imagen. Cabe citar la Fábrica de Discursos de Francisco Carrillo, Yago de Marta o Luis Arrollo, profesionales a los que el arribafirmante ha tenido el placer de conocer en alguna ocasión. Los cachorros de carné del partido en boca ya han demostrado que no tienen ni puta idea de nada.

Los cachorros de la camada

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Botella-politico-personal-Villanueva-dimitir_EDIIMA20130110_0195_14Hace unos días Ana Botella sorprendió con unas declaraciones sobre las juventudes en los partidos políticos. Al parecer, según esta señora cuyo único mérito ha sido ser la primera dama, es decir, la mujer del expresidente José María Aznar; deberían de suprimirse este tipo de organizaciones. Este es un debate que está presente en muchas democracias europeas desde hace algunas décadas y al que la disciplina del politólogo tiene algo que decir y aportar.

Para empezar, la Constitución Española no dice nada al respecto sobre las formaciones juveniles en los partidos, tan sólo que es necesaria la mayoría de edad para poder ejercer el derecho de participación política tanto para votar como para militar. Otra cosa bien distinta es lo que constituyen grupos como Nuevas Generaciones, Juventudes Socialista o Juventudes Comunistas. Al respecto, estos colectivos cumplen con el objetivo de servir de cantera para los partidos, especialmente en la extracción de élites para el gobierno local. En el caso de los populares, los presidentes provinciales de su camada suelen servir para nutrirse de futuros concejales, de ahí que en cuanto obtengan su representación política, terminen renunciando a su cargo en el partido. En el caso de los socialistas y comunistas, la cantera también nutre de posibles concejales, aunque en estos casos no son colocados entre los primeros miembros de la lista, sino que generalmente a partir del número 10 donde es difícil que el cupo juvenil quede representado en el consistorio. El resto de sujetos de las formaciones juveniles quedan como carne de cañón que será barrida y reducida a militancia de base sin ninguna aportación salvo una cuota y una mano de obra barata. No cuenta la formación o cualificación, sólo la lealtad del lobezno a la camada.

Si continuamos, existen posturas contrarias a este tipo de organizaciones. Por un lado, UPyD señala que los jóvenes deberían militar de la misma forma que un militante del partido, sin que exista una diferencia entre juventudes y estructura política. Por otro lado, se puede considerar que la entrada de jóvenes en la política puede ir en detrimento de la democracia y en beneficio de la creación de políticos profesionales. Sin embargo, de lo que no hay duda es que estas formaciones cumplen un papel de socialización política que no debe ser menospreciado entre los miembros de la cúpula de las juventudes. También, existen recorridos distintos en cada partido si se hacen desde las juventudes o desde el mismo partido, siendo los primeros, los que cuentan con más bajas en el inicio de carreras políticas, terminando muchas veces en senadores y otros cargos denominados «cementerios de elefantes».

Se mire como se mire, las juventudes políticas cumplen un papel importante. No obstante, tienen dos inconvenientes importantes. Por un lado, la diferenciación entre la casta de los mayores y la de los jóvenes que muchas veces va en detrimento de estos últimos. Por otro lado, la instrumentalización de los cachorros como auténticos mercenarios al servicio del partido, sea del color que sea. Es aquí donde la práctica política debiera corregir esa participación dudosa de los jóvenes. Otra cosa es que una mujer cuyo mérito haya sido ser esposa de o hija de, abra la boca para lanzar un ladrido.