Mes: diciembre 2014

Equo is not Andalusia

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Esta mañana navegando por la red, el arribafirmante se encuentra con dos videos de Equo Joven para pedir el voto en las elecciones europeas. La verdad es que no tienen nada de desperdicio. En uno de ellos, aparece una chica de clase media baja de un barrio obrero, lo que vulgarmente se llama como «choni» (término que varía según el lugar) pidiendo el voto para las europeas. Este primer video no está disponible porque alguien tuvo la correcta idea de eliminarlo. Lógico. ¿Quién le da las ideas a los jóvenes de este partido? En el segundo, tenemos a una chica de Triana que ha emigrado a Berlín junto con sus trajes y sus discos de Lolita por lo que cuenta. Y éste es el mejor, porque el estereotipo de la Andalucía franquista de flamenco, toros y estelas cofrades -uno de los grandes inventos de nuestra cultura audiovisual- vuelve a convertirse en un instrumento mediático de mano de un partido nuevo del que se presume aire fresco, conocimiento de causa y sentido común.

Estos videos demuestran un desconocimiento de Equo con respecto a las identidades regionales y locales de España. Un desapego con respecto a los territorios de los cuales esperan recibir sus votos y ostentar… ¿su representación? Curioso. Ahora bien, ¿qué pasa entre los verdes para haber llegado a este punto? En primer lugar, la estructura interna en el ámbito territorial de Equo está definida por un carácter bastante centralizado en Madrid. En segundo lugar, es un partido con una proyección europeísta, pero que descuida los niveles autonómico y local, tanto en su agenda política como en su conexión representante-representado. Un dato interesante es que en no pocas ocasiones sus militantes representan elementos no-identificados con sus localidades de residencia u origen, lo que se llama «desarraigados». En tercer lugar, un desconocimiento intenso de las sensibilidades territoriales, salvo cuando se trata de hablar vasco o catalán y el resto de regiones no existen (¿en Galicia hablan portugués?).

Quizás esta deriva de los verdes no sea tan extraña, entre otras, porque tienen más capacidad de obtener representación en las elecciones comunitarias que en las generales, al ser unos comicios de circunscripción única. No obstante, es gracioso porque otrora ya un artículo de Florent Marcellesi en el que se alababan los movimientos alternativos de las corralas sevillanas, mientras se vilipendiaba a las regiones costeras por su industria, por el turismo o por el sector agropecuario. Ignorancia. Estos sectores son los que sostienen a nuestra región de una forma u otra. Por tanto, si los representantes políticos de Equo desconocen el Sur, se permiten opiniones superficiales sobre la realidad andaluza y creen que el mundo gira en torno a Bruselas, mal les va a ir. Quede claro que a los andaluces desde luego no los representa y que hipotéticamente su mayor interés sea ostentar una posición de cartel-party para absorber recursos de la panacea europea. Welcome to Europe! Arrivederci Andalusia!

La voluntad del califa rojo

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Julio_AnguitaHace unas cuantas décadas, cuando Julio Anguita era alcalde de la ciudad de Córdoba, sonó un teléfono en los pasillos del consistorio. Era un llamada de Madrid y quién hablaba al otro lado, era ni más ni menos que Felipe González, el recién estrenado líder socialista como Presidente del Gobierno. Esta llamada llevaba una demanda hacia el califa rojo en el que se solicitaba al ayuntamiento cordobés, que al igual que otros, se sumara a la política del ladrillazo que tan bien iba a venir al resto de municipios. La respuesta de Anguita fue clara y flagrante. Mientras él fue alcalde de aquella ciudad, no se procedería a ningún juego con el ladrillo.

Habiendo llovido ya bastante, Anguita vuelve a ejercer su papel como líder de la auténtica izquierda, intentando consensuar una agenda entre lo que en España podría llamarse un “bloque de izquierdas”. Primero, ruptura de Izquierda Unida de cualquier pacto con la socialdemocracia, o sea, con el PSOE. Segundo, búsqueda de puntos comunes entre Izquierda Unida y Podemos. En tercer y último lugar, la confluencia de listas conjuntas para las elecciones generales de cara a una mayor unidad.

El problema de esta agenda de Anguita, que es bastante respetable desde una postura de izquierdas, es la pérdida de posibles feudos como Andalucía. Desde donde siempre ha sido tradicional, la búsqueda de una alianza de izquierdas para evitar el gobierno de la derecha. Sin embargo, se ha acusado bastante a los socialistas de no ser socialistas, sino de ser social-demócratas, socio-liberales y algún que otro marxista descolgado que de vez en cuando vota a otros grupos de izquierda. Pese a todo el descalabro del PSOE, esta hipotética alianza propuesta por el califa rojo responde a planteamientos de creyente, más que de arribista e introduce riesgos. Riesgos como los que ya vivió la izquierda en 1995 cuando con la complicidad de Anguita se dio paso al gobierno de los populares. Cada uno saque sus propias conclusiones.