Equo is not Andalusia
Esta mañana navegando por la red, el arribafirmante se encuentra con dos videos de Equo Joven para pedir el voto en las elecciones europeas. La verdad es que no tienen nada de desperdicio. En uno de ellos, aparece una chica de clase media baja de un barrio obrero, lo que vulgarmente se llama como «choni» (término que varía según el lugar) pidiendo el voto para las europeas. Este primer video no está disponible porque alguien tuvo la correcta idea de eliminarlo. Lógico. ¿Quién le da las ideas a los jóvenes de este partido? En el segundo, tenemos a una chica de Triana que ha emigrado a Berlín junto con sus trajes y sus discos de Lolita por lo que cuenta. Y éste es el mejor, porque el estereotipo de la Andalucía franquista de flamenco, toros y estelas cofrades -uno de los grandes inventos de nuestra cultura audiovisual- vuelve a convertirse en un instrumento mediático de mano de un partido nuevo del que se presume aire fresco, conocimiento de causa y sentido común.
Estos videos demuestran un desconocimiento de Equo con respecto a las identidades regionales y locales de España. Un desapego con respecto a los territorios de los cuales esperan recibir sus votos y ostentar… ¿su representación? Curioso. Ahora bien, ¿qué pasa entre los verdes para haber llegado a este punto? En primer lugar, la estructura interna en el ámbito territorial de Equo está definida por un carácter bastante centralizado en Madrid. En segundo lugar, es un partido con una proyección europeísta, pero que descuida los niveles autonómico y local, tanto en su agenda política como en su conexión representante-representado. Un dato interesante es que en no pocas ocasiones sus militantes representan elementos no-identificados con sus localidades de residencia u origen, lo que se llama «desarraigados». En tercer lugar, un desconocimiento intenso de las sensibilidades territoriales, salvo cuando se trata de hablar vasco o catalán y el resto de regiones no existen (¿en Galicia hablan portugués?).
Quizás esta deriva de los verdes no sea tan extraña, entre otras, porque tienen más capacidad de obtener representación en las elecciones comunitarias que en las generales, al ser unos comicios de circunscripción única. No obstante, es gracioso porque otrora ya un artículo de Florent Marcellesi en el que se alababan los movimientos alternativos de las corralas sevillanas, mientras se vilipendiaba a las regiones costeras por su industria, por el turismo o por el sector agropecuario. Ignorancia. Estos sectores son los que sostienen a nuestra región de una forma u otra. Por tanto, si los representantes políticos de Equo desconocen el Sur, se permiten opiniones superficiales sobre la realidad andaluza y creen que el mundo gira en torno a Bruselas, mal les va a ir. Quede claro que a los andaluces desde luego no los representa y que hipotéticamente su mayor interés sea ostentar una posición de cartel-party para absorber recursos de la panacea europea. Welcome to Europe! Arrivederci Andalusia!