persecucion

Cataluña, una, tirana e independiente

Posted on


El camino al reconocimiento de la soberanía de Cataluña no está exento de polémica. Cada día se confirma la hipótesis de que cualquier Estado naciente de esta región será cuanto menos un autoritarismo que recortará libertades y derechos. Tanto derechos sanitarios como ya viene sucediendo en los hospitales barceloneses como la expresión incondicional del pensamiento y las ideas del sujeto como fruto de su voluntad.

Parece ser que la Generalitat ha empezado a desarrollar una política de acoso a los disidentes. Desde el Gobierno autonómico y costeado con fondos públicos, se están elaborando listas negras con nombres y apellidos de todas aquellas personas que no sean partidarias del proceso independentista. En estos documentos figuran funcionarios, profesores, intelectuales y otros tantos. Cualquier plaza pública, subvención, ayuda o prerrogativa procedente de la autonomía catalana queda excluida para cualquiera de estos hombres y mujeres.

Asimismo, los poderes fácticos procedentes de todos aquellos lugares donde gobiernen las fuerzas nacionalistas tales como medios de comunicación, fundaciones y otras instituciones están acometiendo una labor de persecución contra los disidentes. Esta dictadura en la sombra se está produciendo en el seno de la democracia española y cuenta con el beneplácito de un sector de la burguesía catalana. Una burguesía que una vez finalizada la dictadura franquista cambió una chaqueta por otra con tal de mantener su estatus de poder.

¿Esta es la Cataluña que quieren los catalanes? Una, tirana e independiente como fue España durante casi cuatro décadas. De ser independiente, Cataluña se convertirá junto a Túnez, Egipto y Argelia en otro de los países mediterráneos donde en vez de beber de la herencia democrática griega se bañará en los fangos de la opresión y el fanatismo.