dinero
La doctrina Wert
“Las familias que no tienen dinero para educación es porque no se quieren privar de otros gastos”, ésta ha sido la sentencia poética con la que el Ministro de Educación ha respondido a los recortes en su cartera. Y es que, estas declaraciones tienen mucho que decir en el actual contexto de crisis del país. Veamos, pues que nos indica este señor con tan coherente recomendación.
Según Wert, las familias de clase baja y clase media, las mismas que están siendo adelgazadas por la crisis y las cifras de paro, deben recalcular su pálido presupuesto y consumir en educación. Se acabaron las mariscadas, los viajes a Nueva York, los hoteles de lujo y los coches de alta gama porque la inversión, que nunca ha sido necesaria en Educación ya que es (o era) un bien público, debe ir a para a la educación privada. Cuando sólo las familias más pudientes tienen capacidad de gasto para acceder a colegios privados, cuyo gasto puede rondar en torno a los 300 euros mensuales.
Y es que, la educación va a dejar de ser un bien común para convertirse en un bien privado. Si ustedes familias numerosas tienen tres lechugas y cuatro filetes en su nevera, desháganse de las lechugas, o de los filetes o reduzcan a la mitad dicha compra, ya que ahora con esos euros sobrantes podrán costear un colegio de pago, los idiomas y los libros de sus hijos. Éste es el razonamiento de carácter economicista del señor Wert que tan bien ha asumido eso de la educación para disfrute de todos.
También, es posible que uno se equivoque, y Wert se haya referido a la educación religiosa. Y por tanto, la advertencia es que marquen ustedes esa casilla de la declaración de la renta para aportarlo a las arcas de romana institución. Ya que, la educación no sólo es aprendizaje, sino también instrucción en la moral, que ya provenga del Estado o de un credo religioso seguirá siendo una inversión en adoctrinamiento para sus hijos. Ustedes ganarán en orgullo, sus vástagos en disciplina y coacción.
Quizá todo lo anterior, sean interpretaciones erradas de un columnista recién levantado. Un fantasma producto del letargo y de ese estado entre el sueño y la vigilia. Aunque, puede ser que el señor Ministro se quejase de los resultados de los estudios PISA, de que el sistema educativo ha fallado. Y entonces, la cuestión no sea monetaria, sino sobre qué modelo de enseñanza deseamos en nuestro país. Entonces, habrá que recordarle que el problema no está únicamente en los profesores, sino en la carencia de un acuerdo común entre los partidos políticos sobre la enseñanza pública. La enseñanza no es una cuestión de religión o doctrina estatal, de catalán o vasco, de dos horas de Matemáticas y una menos de Lengua. Mi estimado Wert, la educación requiere el consenso, y sus recortes y sus aletargadas ideas, sólo producen el desacuerdo de cientos de pies en las calles junto a un mensaje “No estamos dispuestos a aceptarlos”.