España se une al Club Rescatados
En este país, cada día algo huele más podrido. Puede ser que alguien no hubiese sacado las viejas latas de anchoas de la despensa o que un cadáver se esté consumiendo en su propia podredumbre. España se ha unido al grupo de países rescatados formado por Grecia, Portugal, Irlanda e Italia, aunque lasa saneadas economías del Este parecen no sufrir ni un constipado siquiera. Y hemos entrado con pase VIP, porque es nuestro sistema financiero –en lenguaje coloquial, los bancos- el responsable de este honor en especial Bankia.
El Gobierno decía hace una semana que no aceptaría ningún rescate y el sábado teníamos a De Guindos explicando los parámetros del rescate. Por lo que, el problema ya no está sólo en las mentiras que se tejen desde la banca, sino en la esquizofrenia de la comunicación política del PP que no sabe explicarse ni a sí mismo. Lo que evidencia a ojos de todos, un efecto de descoordinación en sus políticas de información a la sociedad. No saber explicar las actuaciones, es no saber gobernar, ya lo decía Maquiavelo en su prima obra.
La cuestión está en que el dinero será inyectado a los bancos, pero será el Estado quien tendrá que devolverlos a Bruselas. Por tanto, es innegable que este rescate afectará a las cuentas públicas, y por tanto, a las prestaciones sociales y la inversión estatal. Mientras tanto, los bancos sólo tendrán que hacer lo que han hecho siempre, jugar con el dinero a la ruleta rusa en los mercados del estraperlo, es decir, en el rating.
En definitiva, Rajoy sigue con su paranoia. La misma del Estado español que ni es dueño de sus decisiones porque está vendido por un lado al ejecutivo alemán y por otro a las élites financieras. Un extraño trío amoroso del que no se puede esperar orgasmos satisfactorios, sino más bien relaciones incestuosas y humillantes.